El sol de Yumbo golpea con fuerza implacable el muro expuesto por la ventana abierta, mientras un ventilador de mesa intenta en vano apaciguarlo. Son las 3 de la tarde y la batalla está en su apogeo. El calor cabalga en el pequeño taller donde Nidia e Ydalia elaboran las bolsas del último pedido que tienen para un reconocido almacén de la ciudad.
"Los negocios se volvieron a acordar de nosotros desde que el gobierno lanzó esa campaña para controlar el uso de bolsas plásticas que tanto daño le hacen al planeta; esa medida favorece a empresas ecológicas como la nuestra", afirma Nidia, mientras le da la cara al hilo de brisa que sale del ventilador.
Hoy, a Nidia Miranda e Ydalia Ruth Santamaría sus amistades las definen como "guerreras", pero hasta hace tres años eran conocidas como amas de casa, en su natal Yumbo –la Ciudad Industrial del Valle del Cauca–. Su imagen comenzó a cambiar gracias a la pasión y disciplina que han puesto para sacar adelante a Publiybolsas, una empresa que comenzó a cocinarse a fuego lento en las entrañas del SENA.
Durante su formación como técnicas en marroquinería a las dos amigas les hablaron del Fondo Emprender y de la posibilidad de volverse empresarias, tema que poco les interesó en un comienzo pues, en sus propias palabras, "éramos pesimistas".
"Pensábamos que eso no era para nosotras porque no teníamos palancas", confiesa Ydalia Ruth, aunque muy pronto aclara: "Una cae en la cuenta de los errores. Los asesores del SENA nos dieron tanto apoyo y confianza que en poco tiempo dejamos las disculpas y nos sentimos capaces de hacer algo por nuestra cuenta".
Eso sí, su idea no era hacer zapatos o carteras, como todo el mundo, sino innovar con un producto diferente, atractivo y que a la vez no contaminara el ambiente. Así se fue gestando su empresa, que por fin vio la luz en 2013.
Publiybolsas nació para ofrecer al mercado bolsas de Cambrel, una tela formada por capas, como las que se usan para hacer pañales desechables, y cuyo material no lo forman tejidos ni hilos; se trata de un compuesto degradable e impermeable que pese a contener polipropileno se puede reciclar más fácilmente que el plástico corriente.
Ante los graves problemas ambientales ocasionados por productos altamente contaminantes, que han llevado al calentamiento global y al incremento de la temperatura que se siente en ciudades como Yumbo, una bolsa así es un soplo de frescura para ser más amigables con la agobiada tierra.
"EL SENA ES COMO UN PAPÁ"
Desde el Ministerio del Medio Ambiente el gobierno colombiano lanzó en abril de este año la campaña ReemBólsale al Planeta, para promover el uso racional de las bolsas en grandes superficies y almacenes del país.
"Cada minuto, más de 2 millones de bolsas se usan en el mundo; cada una tiene una vida útil de 20 minutos en promedio y apenas 5 por ciento son recicladas. La gran mayoría termina en los ríos y océanos y pueden tardar cientos de años en descomponerse", dice el encabezado del mensaje enviado por el Ministerio al lanzar el plan.
Lo bueno es que esta medida ecológica, que busca contener el desmedido uso del plástico, por ser muy contaminante, ha puesto de relieve la importancia de empaques como los que ofrece el taller de Nidia e Ydalia Ruth.
Hoy su empresa está vendiendo en promedio 1.500 bolsas por mes y genera cinco empleos directos y diez indirectos.
"Imagínese lo que eso significa para unas mujeres que hace cuatro años eran unas amas de casa súper tímidas, a las que les daba miedo todo. Hoy nos hemos empoderado y sentimos que podemos lograr mucho más", sentencia Nidia.
"Eso lo notan todos, nuestras amistades y nuestros propios hijos, por eso dicen que somos una verracas", agrega su amiga.
Una alcaldía, almacenes, algunas Organizaciones No Gubernamentales (ONG) y varios particulares del Valle y otros departamentos hacen parte de la clientela para sus bolsas de colores, llenas de decoración y mensajes alusivos al cuidado del medio ambiente, que ya no sólo están en los almacenes, sino que pueden usarse, por ejemplo, para tirar la basura dentro del carro.
"Todo lo que tenemos ahora es gracias a una Entidad que ha sido como nuestro papá, porque enseña, guía y nunca nos desampara", expresa con orgullo Ydalia.
"Por eso a ojos cerrados yo le digo a mis hijos y a los jóvenes, que busquen al SENA y aprovechen todas las puertas que allí se les pueden abrir", complementa Nidia.
"Yo le digo a todo el mundo, en especial a los jóvenes de Yumbo que esta es una buena ocasión para estudiar y cumplir con sus sueños, porque cuando uno dice que llega del SENA la gente lo respeta y le cree", concluye Nidia, mientras le da un respiro al ventilador, que deja de escucharse en el lugar.
En ese momento, el sol había dejado de cabalgar con la misma intensidad dentro del taller de estas dos mujeres y una refrescante sombra comenzaba a crecer lentamente sobre el muro que da a la ventana. El calentamiento excesivo que allí se sentía empezaba a dar una tregua.
INSCRIPCIONES ABIERTAS
El SENA tiene abierta –hasta el próximo lunes 15 de agosto– una nueva convocatoria para acceder a uno de más de 70.000 cupos para adelantar un programa de formación presencial titulada.
Los interesados pueden inscribirse en www.sena.edu.co, ubicando en la página de inicio –en la parte inferior izquierda– el recuadro gris que dice 'Qué le gustaría estudiar' y siguiendo las instrucciones.
Además, con el fin de ayudar a las personas que tienen dificultades de acceso a internet, funcionarios de la Institución están a lo largo y ancho del territorio nacional haciendo registros, casi que puerta a puerta, a través de la estrategia denominada 'Yo te inscribo'.
Los ciudadanos también pueden obtener información a través de las líneas telefónicas gratuitas: en Bogotá marcando el número 5925555 y en el resto del país llamando al 018000-910270.
Los aspirantes pueden elegir un programa académico como segunda opción; en este será admitido siempre y cuando haya disponibilidad de cupo, no haya sido seleccionado en su primera alternativa y tenga el puntaje mínimo requerido.