Cuando tenía 20 años, Deivis Mendoza quedó ciego por causa de una enfermedad degenerativa congénita; tras años de aflicción y encierro en su casa, decidió ingresar al SENA a formarse como técnico en Telemercadeo y Contact Center. Actualmente es asesor comercial en una empresa de servicios de outsourcing, en la que ha sido destacado por sus resultados laborales.
Como él, cerca de 4 mil personas con limitación visual en el país se han formado a través del programa Aulas de Gestión Ocupacional para América Latina (ÁGORA), adelantado por el SENA, el Instituto Nacional para Ciegos (INCI) y la Fundación Once para América Latina (FOAL), una iniciativa española que trabaja con la entidad desde hace seis años.
Dicha estrategia busca impulsar la empleabilidad de personas ciegas o con baja visión, a través de la formación para el trabajo, gestión de prácticas empresariales para la incorporación al mercado laboral y acompañamiento para la adaptación en puestos de trabajo.
“Después de ser vidente y quedar ciego nada es fácil, sobre todo cuando uno es joven y tiene tantos sueños. Gracias a este programa pude tener la oportunidad de sentirme productivo, de adaptarme a nuevas herramientas. Hoy genero ingresos, ayudo a mis papás y sostengo a mi familia, pues tengo una hija”, aseguró Deivis, quien además hace parte de un equipo de fútbol para personas con limitaciones visuales en el que juega en la posición de delantero.
Deivis Mendoza convirtió su discapacidad en una oportunidad. Como él, cerca de 4 mil personas, en todo el país, lo han hecho.
En Colombia 2.916 personas con esta condición han sido orientadas ocupacionalmente por la Agencia Pública de Empleo del SENA; 301 de ellas se han vinculado al mercado laboral y otras 860 han recibido asesorías para la creación de emprendimientos.
“Tengo varios empleados con discapacidad visual; su alto rendimiento y compromiso se refleja en clientes que no se caen y eso es efectivo para nuestra gestión en el sector de cobranzas. Su potencial de gestión es mucho más alto que el de trabajadores sin discapacidades; por eso cuando necesitamos que otras personas mejoren sus resultados los ponemos al lado de los jóvenes de ÁGORA”, aseguró Virna Campanella, representante legal de la empresa de Contact Center Top Sistem.
Esta iniciativa –con presencia en 27 departamentos del país– facilita el acceso a las nuevas tecnologías para el aprendizaje y desenvolvimiento laboral, como diferentes software que convierten el contenido de la pantalla de un computador o celular en sonido, de manera que el usuario puede usar programas informáticos y navegar sin necesidad de verlo.
“Una sociedad con equidad y oportunidades debe ser incluyente a través de la disposición de estrategias y herramientas que permitan a personas, en este caso con discapacidad visual, acceder a alternativas de desarrollo socioeconómico. Eso es lo que hace el SENA, formar para el trabajo sin discriminar condiciones”, aseguró Jacqueline Rojas Solano, directora del SENA en Atlántico.
Solo en este departamento, entre 2014 y 2015, un centenar de personas han sido formadas en programas como Sistemas, Finanzas, Contact Center, Cosmetología y Estética, Panadería, Comercio y Servicios, y Salud Ocupacional.
Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el mundo hay 285 millones de personas con discapacidad visual. Según censo de 2005 del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), en Colombia más de 1,1 millones de colombianos son ciegos o tienen baja visión, lo que representa el 43,5 por ciento del total de los discapacitados en el país.