Desinfectar su calzado antes de ingresar a los lotes, lavarse las manos antes de iniciar el trabajo y usar elementos de protección requeridos según normativa, hacían parte de los cuidados diarios de María Camila Arango de Los Ríos en La Finca, ambiente de formación práctico del SENA en Caldas.
La joven, egresada de la carrera tecnológica Gestión de Empresas Agropecuarias del Centro para la Formación Cafetera, cuenta que mientras recorría los cultivos durante sus procesos académicos podía apreciar lo mucho que había cambiado su ambiente de formación desde que este inició el proceso de certificación con el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), trámite en el que ella contribuyó desde su rol de aprendiz.
El aula ha sido avalada para recibir el certificado en Buenas Prácticas Agrícolas por parte del ente que diseña y ejecuta estrategias para, prevenir, controlar y reducir riesgos sanitarios, biológicos y químicos para las especies animales y vegetales, que puedan afectar la producción agropecuaria, forestal, pesquera y acuícola de Colombia.
A las fecha son 11 las regionales del SENA en el país que cuentan con la certificación del ICA, lo que se traduce en mayor productividad para el campo colombiano.
Por ello, Camila manifestó que se siente orgullosa de haber hecho parte del equipo alcanzó el logro. “Todo este proceso de mejoras continuas me brindaron un acercamiento real al contexto productivo, el mismo que se transmitirá a otros aprendices”, señaló la joven.
El proceso de certificación hace parte de una estrategia nacional que desarrolla el SENA junto al ICA para estandarizar los procesos de la Entidad en su rol de replicadora del uso de buenas prácticas agrícolas y así lograr un impacto en este sector productivo del país.
Ahora el Centro para la Formación Cafetera de la Regional Caldas se sumará a los centros de formación con programas orientados al agro en Antioquia, Casanare, Cauca, Huila, Nariño, Quindío, Risaralda, Santander, Tolima y Valle, que cuentan con la certificación.
“Desde 2015 venimos adelantando esta estrategia interinstitucional que se desarrolla en tres fases. La primera de ellas es certificar a los centros de formación relacionados con el agro; la segunda, formar a los instructores del SENA en esta área; y la tercera, replicar el conocimiento con los aprendices”, comentó Julián Ayala, coordinador nacional del Sistema de Supervisión y Certificación de la Inocuidad del ICA.
El aval logrado por los centros de formación del SENA es resultado de los excelentes procesos de calidad e inocuidad en las labores agrícolas y del desarrollo responsable de una gestión administrativa que garantiza el bienestar del personal y el medio ambiente.
Dayro Alexis Giraldo Bustamante, subdirector del centro de formación caldense expresó que “uno de los objetivos que tiene el departamento es la exportación en algunos renglones del agro, y para lograr que nuestros productos tengan ingreso a otros mercados es prerrequisito tener la certificación del ICA en Buenas Prácticas Agrícolas, razón por la que alcanzarla garantiza que nuestros aprendices vayan al mercado laboral con conocimientos avanzados que apalancarán la inocuidad, productividad y competitividad de este sector”.
Con esta certificación, alrededor de 13 mil aprendices del centro de formación tendrán las capacidades de garantizar la calidad en la cadena alimentaria, optimizar los recursos naturales, y proyectar ventajas comerciales que aumenten las oportunidades en los mercados nacionales e internacionales.