A puertas de la firma del acuerdo de paz, el Ejército, la Armada, la Fuerza Aérea y la Policía Nacional, desde ya toman las ‘armas de la educación’ para hacer frente a un cambio de paradigma, donde la guerra deja de ser la razón de ser y el trabajo social toma más importancia en un contexto de paz.
Este nuevo reto lo asumen 20 oficiales y suboficiales de las Fuerzas Armadas que, junto con el SENA, realizan una capacitación en Marco Lógico, herramienta analítica para la planificación de la gestión de proyectos orientados a procesos, utilizada comúnmente por las agencias de cooperación internacional, para llegar a un consenso sobre la concepción general de iniciativas.
El proyecto, inicialmente, impactará a las comunidades del departamento del Valle del Cauca y, luego, a departamentos como Nariño, Chocó y Cauca.
“Conocemos el terreno, las necesidades de las comunidades y estamos haciendo alianzas estratégicas con la empresa privada y con entidades del Estado, pero nos hacía falta esta herramienta que hoy nos trae el SENA. Es algo que podemos potencializar hacia el posconflicto, porque podemos trabajar en proyectos productivos que ayuden a erradicar la violencia y a superar los niveles de pobreza en el campo”, afirmó el brigadier general Wilson Neyhid Chawez Mahecha, comandante de la Tercera Brigada del Ejército.
Este proyecto piloto beneficia directamente al personal vinculado a las áreas de acción integral que hacen presencia con brigadas de salud y ayudas humanitarias, en las zonas más alejadas y necesitadas o en conflicto de la geografía nacional.
Hernando Reyes San Clemente, gestor del programa de Jóvenes Rurales Emprendedores del SENA en Palmira, explicó que la iniciativa busca impactar inicialmente todo el Valle del Cauca y luego los departamentos de Chocó, Cauca y Nariño.
Con el reciente anuncio del presidente Juan Manuel Santos sobre límite la fecha para la firma de la paz en Colombia, las labores asociadas con la reconstrucción y rehabilitación del país son de gran importancia para las entidades del Estado. Es, a través de éstas iniciativas, que se generan nuevas oportunidades para la población civil, excombatientes y comunidades de las zonas rurales, quienes necesitan un crecimiento social y económico, que desincentive el retorno de estas poblaciones a la violencia.