Desde la formación integral y con el acompañamiento y asesoría técnica del programa SENA Emprende Rural, la entidad promueve y fortalece las experiencias de emprendimiento que impulsan 30 mujeres campesinas, víctimas del conflicto, en este municipio del norte del departamento, quienes con dedicación y esfuerzo lideran su empresa rural “ARESCAQ”, aromas y esencias del Caquetá.
Y es que esta unidad productiva es el resultado del gran compromiso de estas valientes campesinas, quienes desde la Asociación de Mujeres Emprendedoras Cimientos del Hogar, ASMUECH, entendieron que el progreso y bienestar de sus familias estaba en el desarrollo agrícola, a través de la puesta en marcha de un negocio innovador, atractivo para la región y que fuera amigable con el ambiente.
“Los nuevos vientos que trae la paz, nos llevaron a organizarnos para dejar atrás las dificultades sociales de la violencia y proyectar unidas el desarrollo y bienestar económico de nuestras familias, a partir de este negocio, que gracias a la calidad de sus productos, ya nos genera importantes beneficios” destaca Claro Hoyos, aprendiz y representante legal de ARESCAQ.
Con formación se fortalece la unidad productiva.
Para poner en marcha su experiencia empresarial, Clara y sus amigas entendieron que, para hacer realidad sus sueños, debían capacitarse y es así como de la mano del SENA han recibido formación en Emprendedor en mantenimiento y comercialización de cultivos perennes, Procesamiento de alimentos y Obtención y transformación de aceites esenciales.
Todo este aprendizaje, les han permitido fortalecer las iniciativas en el sector productivo y afianzar sus conocimientos y habilidades en la parte técnica y comercial de su empresa, en donde producen aromáticas deshidratadas, aceites esenciales y productos de aseo como ambientadores y jabones.
“Mediante la estrategia metodológica de formación por competencias los aprendices se forman, conocen y ponen en práctica las experiencias de agricultura orgánica, establecimiento, sostenimiento y producción de cultivos así como todo lo relacionado con la comercialización, que les ha permitido sacar a flote su unidad empresarial”, destaca José Delby Vargas, director regional del SENA, quien conoce de cerca esta experiencia emprendedora.
Así mismo, a través del aprendizaje por proyectos, crean la huerta orgánica El Paraíso, en donde las asociadas producen alimentos para el autoconsumo como hortalizas, tomate chonto, pepino, pimentón, cilantro, habichuela y la cebolla, productos propios de la canasta familiar campesina de la región.
De igual forma, en desarrollo de la formación de producción de plantas medicinales aromáticas y condimentarías, cultivan limoncillo, albaca, hierbabuena, prontoalivio, citronela, cúrcuma y stevia; como alternativa sostenible de producción agrícola con proyección de transformación y comercialización mediante el desarrollo de procesos de tecnologías limpias, aplicando las buenas prácticas agrícolas en el proceso de producción, procesamiento y transporte de alimentos, orientadas a asegurar la protección de la higiene, la salud humana y el medio ambiente.
“Ver el empuje y deseo de salir delante de estas emprendedoras, nos impulsa día a día a seguir llegando con nuestro conocimiento hasta La Serranía, vereda en donde está la huerta orgánica, que con mucho amor cuidan y protegen las mujeres campesinas, que buscan el sustento para sus familias”, dice Yenny Yáñez, instructora líder del proceso.
Esta unión y dedicación ha llevado a las asociadas a trabajar sin descanso en busca del beneficio colectivo, para así llegar hasta El Paraíso provenientes de las veredas Serranía, Laureles, Diamante, Berlín, La Pradera, La Ceiba, Quebradón Bajo y Anayasito; zonas de difícil acceso para la población.
El proceso avanza y como reza el conocido refrán “la unión hace la fuerza”, para de esta forma continuar fortaleciendo El Paraíso terrenal de estas mujeres emprendedoras que con Arescaq han logrado abrir y consolidar importantes mercados para sus productos aromáticos y medicinales y obtener importantes reconocimientos en los concursos regionales de Negocios Verdes.