Bajo el slogan “Camino iluminado, por la seguridad de la comunidad”, aprendices, instructores y personal administrativo del Centro Tecnológico de la Amazonía, realizaron una marcha pacífica en la que evidenciaron la necesidad que sea iluminado y se ofrezcan garantías de seguridad en el trayecto que conduce al lugar desde el perímetro urbano de la ciudad.
“La falta de iluminación es evidente y aunque por ahora no tenemos casos graves que lamentar, apoyamos esta iniciativa de nuestros aprendices para buscarle una solución al problema que afecta no solo al SENA sino a todo la comunidad que transita por este sector”, manifestó Cesar Fernando Marles, coordinador misional de la entidad en la Regional Caquetá.
Acompañada de antorchas para iluminar el camino y con carteles en mano, en donde se registraron frases como “queremos el alumbrado y protección”, la comunidad SENA realizó el recorrido de tres kilómetros, en donde hacen falta por lo menos el 60 por ciento de los faroles.
Yissel Morales Lozano, aprendiz afectada y organizadora dijo que “hemos buscado soluciones y las autoridades municipales no han dado respuesta al problema; por eso decidimos unirnos en una sola voz y decir pacíficamente que queremos iluminación y seguridad”.
De lunes a viernes son por lo menos 455 aprendices, 20 instructores y cerca de una decena de funcionarios los que realizan este recorrido desde y hasta al centro de formación.
Tras conocer la problemática y observar la movilización pacífica, en donde la comunidad SENA dio ejemplo de organización y civismo, el gerente de Infraestructura y Movilidad de Florencia, Genaro Bermeo, señaló que “estamos haciendo el análisis de las necesidades del alumbrado público de toda la ciudad y de acuerdo a eso se van a priorizar los sitios críticos y si el SENA está dentro de ellos se solucionará la problemática lo antes posible”.
De lunes a viernes son por lo menos 455 aprendices, 20 instructores y cerca de una decena de funcionarios los que realizan este recorrido desde y hasta al centro de formación, bien sea en motocicleta, automóviles o a pie, como lo hacen la mayoría de aprendices, que no tienen para pagar el pasaje en transporte público y cuya ruta –además– finaliza hacia las 8 p.m.