Aborrajados de maíz con camarón, arepas sobadas con crema de coco, sopa de pescado con leche de choclo y dulce de piña con manzana de coco, son algunas de las preparaciones incluidas en el libro ‘Sabor a Pacífico, sabor a memoria’, una obra que plantea preservar y salvaguardar la cocina del occidente colombiano.
El libro –que fue presentado por la directora general del SENA, Gina Parody– busca que los jóvenes aprendices de cocina, futuros cocineros del país, recuperen preparaciones tradicionales para el fortalecimiento de una identidad culinaria.
“Es producto de un proyecto de investigación que se hace desde la Entidad, a través de la cual se recorrió todo el Pacífico con un grupo de instructores que también son investigadores”, afirmó Parody.
La publicación fue elaborada por el grupo de investigación ‘Fogones y comunidades’, de la Escuela de la Cultura Gastronómica del Centro de Gestión Tecnológica de Servicios.
La publicación fue elaborada por el grupo de investigación ‘Fogones y comunidades’, de la Escuela de la Cultura Gastronómica del Centro de Gestión Tecnológica de Servicios, de la Regional Valle.
“Este libro es un sueño compartido entre instructores SENA que quisimos recuperar la cocina colombiana, entendiendo que la cocina es un fenómeno cultural que es parte fundamental de nuestra vida, nuestra historia y nuestro tiempo; es el fundamento que nos da la clave de quiénes somos, para dónde vamos y de dónde venimos”,explicó Cilia Ines Acosta Ocampo, del grupo de autores de la obra.
En la primera parte del impreso se presentan generalidades de la región Pacífica como territorio de diferencias culturales, geográficas y sociales con relación al resto del país. En un segundo apartado, se encuentra la referencia conceptual de la cocina tradicional y su relación con lo ancestral.
Posteriormente se da paso a relatos de las experiencias de tres mujeres de la Costa Pacífica comprometidas con la cocina de su región. Para finalizar, en un cuarto momento, están las preparaciones propias de la región, con los ingredientes, formas de preparación y algunos elementos propios del contexto cultural perteneciente a esta cocina.
“La mayoría de las recetas del libro no se encuentran en los restaurantes ni en las cocinas de tradicionales, pero forman parte de la tradición colombiana y son fuente de conocimiento de saberes ancestrales”, puntualizó Acosta Ocampo.