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  • Reconciliación y Paz

    De lo mal a lo bien

    Manizales (Caldas)
    jueves, 18 de septiembre de 2014
    Jóvenes a lo Bien, un programa de inclusión del SENA y la Policía Nacional, continúa celebrando cuatro años de creación. La de Pedro es otra de las historias de esta estrategia de formación
    De lo mal a lo bien
    Este desmovilizado es ejemplo de las oportunidades que abre la formación profesional integral que brinda el programa Jóvenes a lo Bien, del SENA y la Policía Nacional.

    Me hacía mucha falta mi familia, estaba desmoralizado y por esa circunstancia estuve a punto de ser ajusticiado", relató  Pedro*, ex integrante de un grupo al margen de la ley que a través del acompañamiento de la Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR), y la formación que imparte el programa Jóvenes a lo Bien del SENA y Policía Nacional, actualmente forja su futuro en la legalidad.

     

    Un pequeño taller de motocicletas en la comuna Ciudadela del Norte en Manizales, es el resultado de una oportunidad que Pedro, de 25 años de edad, estuvo esperando desde que era un adolescente, pero que había sido truncada por el conflicto armado que vivía el oriente de Caldas nueve años atrás.

     

    "Yo estudié hasta tercero de primaria, tenía 13 años en ese entonces, de ahí en adelante me dediqué a los trabajos del campo con mi papá, y ya a los 16 años fue donde me vi inmerso en el conflicto armado", comentó el hombre que aún conserva en sus ojos claros la calidez y cordialidad del campesino colombiano.

     

    Durante tres años estuvo separado de su familia viviendo en la clandestinidad y sintiendo en carne propia los rigores de integrar un grupo insurgente. "Se me cruzó por la cabeza que era el último día de mi vida", enfatizó el joven dirigiendo su mirada al horizonte mientras recordaba uno de los momentos más difíciles de esa época, cuando sus propios compañeros pensaron asesinarlo por verlo con su estado de ánimo bajo.

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    "Me ha​​​cía mucha falta mi familia, estaba desmoralizado y por esa circunstancia estuve a punto de ser ajusticiado".

     

    Esas circunstancias llevaron al caldense a tomar la decisión de desmovilizarse, volver a ver a su familia y continuar en búsqueda de esa oportunidad que hasta el momento no se le había presentado.

     

    Tras la decisión tomada llegó a hacer parte de la ACR, que tiene como misión impulsar el retorno de la población desmovilizada a la legalidad de forma sostenible, contribuyendo a la paz, la seguridad y la convivencia ciudadana.

     

    "Ya en mi proceso de reintegración terminé mi primaria e inicié con el bachillerato. Mientras adelantaba esos estudios realicé algunos cursos complementarios relacionados con el mantenimiento de motocicletas a través de Jóvenes a lo Bien, y ahora estoy terminando mi formación técnica", comentó Pedro con una satisfacción que no le permite dejar sus manos quietas.

     

    Con cuatro años de creado, Jóvenes a la Bien le ha permitido a 1.200 colombianos que han pertenecido a pandillas y grupos al margen de la ley y a sus familias, acceder a formación integral, donde no solo adquieren conocimiento como herramientas para la inserción laboral, sino también preparación idónea para una reintegración a la sociedad.

     

    Mantenimiento correctivo eléctrico, mantenimiento y reparación, y prevención de fallas en motocicletas, son los conocimientos que Pedro ha venido adquiriendo en el Centro de Procesos Industriales del SENA en Caldas, y que actualmente se traducen en su propio taller de mecánica, oportunidad que le había sido esquiva en su agitada vida.

     

    Con cuatro años de creado, Jóvenes a la Bien le ha permitido a 1.200 colombianos que han pertenecido a pandillas y grupos al margen de la ley y a sus familias.

     

    Adriana*, compañera sentimental de Pedro por cerca de cinco años, ve en todo el proceso de su pareja un sueño hecho realidad. "Desde que lo conozco él siempre me ha dicho que su anhelo era tener su propio negocio, y el SENA fue esa oportunidad", anotó la mujer.

     

    Actualmente el taller del hombre de mirada cálida y cordial, está recibiendo asesoría de la Unidad de Emprendimiento de la Entidad en Caldas en el desarrollo del plan de negocio con el propósito de buscar alternativas de financiación que le permitan continuar ampliando sus horizontes.

     

    "Este programa en Caldas, en lo corrido de 2014, ha atendido 240 personas en situaciones similares a las de Pedro. La meta para este año es brindarles formación profesional integral a alrededor de 400 personas", explicó Moisés Noriega, líder de Jóvenes Rurales Emprendedores.

     

    Con la oportunidad dada, el taller en funcionamiento y con su familia al lado, Pedro ahora  utiliza a diario varias llaves para reparar motocicletas y con las que espera seguir abriendo las puertas de su  futuro a través de la educación, en la legalidad y con la esperanza de que los colombianos que al igual que él estuvieron inmersos en el conflicto, recapaciten y le apuesten a la paz.

     

    *Nombres cambiados por seguridad de los personajes.​

    Comunicaciones Sena
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