Jeison Arturo Jiménez ha pasado los últimos 22 años de su vida cargando un fusil y vestido de camuflado. A siete meses de culminar su etapa de soldado en el Ejército Nacional no sufre mucho por lo que hará después de retirarse pues tomó la decisión de formarse para tener conocimientos más allá del oficio militar.
Este soldado, que adelantó el Tecnólogo en Salud Ocupacional, confesó que el cambio de vida que tendrá cuando salga de las filas del Ejército será "muy diferente y por eso uno se tiene que acoplar a la sociedad". Sin embargo está esperanzado en que, con la formación recibida, podrá salir adelante.
"Lo mejor que puede hacer un militar es seguir estudiando para que, cuando venga el cambio, pueda estar preparado", comentó este soldado oriundo de Caucasia, Antioquia, quien desde hace cuatro años está adscrito al Batallón de Ingenieros N° 10 de la Décima Brigada del Ejército, con sede en Valledupar.
"Lo mejor que podemos hacer los militares es seguir estudiando para que, cuando venga el cambio, estemos preparados".
El tiempo que ha pasado dentro de las filas del ejército le enseñó mucho sobre la seguridad y el cuidado que debe tener, teniendo en cuenta que todos los días está manipulando armas de fuego y municiones.
"Esto se llama preservación de la fuerza, que viene siendo la seguridad y salud en el trabajo militar. Esto tiene mucha relación con Salud Ocupacional. Acá uno va a verificar el cumplimiento de los modos y formas seguras para trabajar", explicó Jeison, encargado de expresar el discurso en la ceremonia de entrega de certificaciones para 52 soldados que –como él– hacen parte del programa Retiro Asistido a Soldados Profesionales.
A excepción de Jeison, que decidió formarse en un programa tecnólogo, el resto de militares se matricularon en el Técnico en Refrigeración y dos cursos de formación complementaria: Mecánica y Electricidad.
"Ya se comenzó a trabajar para el periodo 2016 en el cual 38 soldados se formarán en diferentes programas a través del SENA", dijo el director de la regional Cesar, Orlando Saavedra Zuleta.
Este programa consiste en tres etapas: desarrollo personal, en el que al soldado se le prepara para el logro de competencias en el ser, saber y hacer y convivir como retirados de las Fuerzas Militares.
En la segunda etapa, denominada formación académica, el militar recibe una orientación sobre ocupaciones que le permitan proyectarse en el futuro al potenciar sus competencias, destrezas y habilidades.
Y en la tercera etapa, que es la productiva, el objetivo es generar posibilidades para que los soldados profesionales que hacen parte del programa hagan pasantías o proyectos productivos para obtener su titulación y logren su inserción laboral.