El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) reconoció la labor que el SENA viene adelantando en pro de las personas diversamente hábiles, en materia de intermediación laboral.
“Lo que ustedes han hecho acá, movilizando empresas, capacitando, formando e involucrando personas con discapacidad, y vinculándolas laboralmente, llevando cifras y registros, demuestra que estas personas pueden prestar un excelente servicio a las empresas”, afirmó Carlos Novoa Molina, jefe supervisor del Pacto de Productividad para Colombia, programa financiado por el BID.
El organismo internacional destacó los logros y resultados de la Agencia Pública de Empleo en Risaralda durante los últimos cuatro años, en materia de aplicación de la ruta de abordaje y atención a personas con algún tipo de discapacidad.
El director regional del SENA, Andrés Aurelio Alarcón Tique, manifestó que en Colombia no es obligatoria la contratación de este tipo de población: “Lo que hay son beneficios tributarios para los empresarios. Claro que es bueno que no sea obligatorio y que sea una conciencia social de parte de ellos”.
Para dar formación efectiva a personas en discapacidad cognitiva, el SENA en Risaralda ajustó tres programas de formación: Auxiliar de Servicio al Cliente, Soldadura y Logística; además contrató a los intérpretes de personas sordas.
En el país, el SENA adoptó la política institucional para atención a discapacitados, la cual dio como resultado, en convenio con el BID y el programa Pacto de Productividad, la atención a 732 personas.
Además, 81 instructores y 24 funcionarios han recibido formación en el desarrollo de buenas prácticas de inclusión laboral, incluyendo a los 14 orientadores de la Agencia Pública de Empleo como gestores del enganche laboral de estas personas.
Ángela Valencia, asistente administrativa del Eco Hotel La Casona, que cuenta con dos ciudadanos discapacitados, expresó que “Ellos nos enseñan el trabajo en equipo y la capacidad de valorar las cosas, mejorando el clima laboral”.
La ingeniera industrial Lina Marcela Mondragón Ríos, quien labora en la Secretaría de Salud de Risaralda y quien presenta enanismo, una discapacidad por estatura, envió su mensaje a los empresarios: “Hay muchas personas profesionales buscando empleo en un puesto administrativo y no lo encuentran; es cuestión de oportunidad. Una persona con algún tipo de discapacidad siempre se las arregla para trabajar”.
A nivel nacional, el SENA adoptó la política institucional para atención a personas en discapacidad, la cual dio como resultado, en convenio con el BID y el programa Pacto de Productividad, la atención a 732 personas: 54 en discapacidad visual, 345 en discapacidad auditiva, 142 en discapacidad cognitiva, cuatro sordociegos y 187 personas en discapacidad física.