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  • Bienestar

    “SENA, lo mejor para salir avante, crear empresa y triunfar”

    Soledad (Atlántico)
    miércoles, 25 de marzo de 2015
    Cuarenta personas víctimas del conflicto y formadas en piscicultura a través del programa Jóvenes Rurales Emprendedores crearon una unidad productiva para mejorar su calidad de vida.
    “SENA, lo mejor para salir avante, crear empresa y triunfar”
    Buenas Prácticas de Producción, Manejo de Recursos Hídricos y Especificaciones de Calidad, fueron las formaciones realizadas por las personas de las 12 familias que hacen parte de la unidad productiva Progresar.​

    Así lo aseguró Carmen Cecilia Díaz, aprendiz SENA y habitante de la urbanización Villa Esperanza del programa ‘100 mil viviendas gratis’ del Gobierno Nacional, a donde el SENA llegó con oportunidades para las víctimas del conflicto.

    Junto a ella, 40 personas más se formaron en el área de piscicultura a través del programa Jóvenes Rurales Emprendedores. Gracias a esto creó una unidad productiva de alevines.

    Carmen Cecilia recuerda cómo hace 20 años un grupo al margen de la ley le dio a ella y su familia 12 horas para salir de San Vicente de Chucurí (Santander) después de estar secuestrados en la selva durante 14 horas.

    “Llegaron a la finca, nos dijeron que si nos queríamos quedar ahí nos teníamos que armar con ellos; como no quisimos preferimos mal vender la finca e irnos, pero el día que íbamos a hacer el negocio nos cogieron ocho hombres armados y a mi esposo lo maltrataron; le hicieron cavar cuatro rotos en la tierra donde nos enterrarían después de matarnos”, explica la mujer con voz aún temblorosa.

    Martha, hija de Carmen Cecilia, quien en aquel tiempo tenía 12 años, no encuentra aún explicación de porqué decidieron dejarlos ir después de horas de tortura física y sicológica: “Sería el mismo Dios que metió su mano y no nos mataron. Nos vinimos a pie de ese monte y caminamos una hora hasta la vereda de la Loma; allí en una finca conseguimos a un señor que nos ayudó y nos llevó hasta Zapatoca. Esa misma noche un familiar nos trajo a la Costa y aquí nos quedamos”.

    Está familia entró a engrosar, en 1995, la cifra de 297 desplazados de San Vicente de Chucurí. Ese mismo año, 1.258 personas fueron secuestradas y 1.143 fueron desplazadas en Santander, según la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas. Actualmente hay más de 7,2 millones de víctimas registradas en todo el país.

    “La idea es reivindicar y mejorar las condiciones de vida de las víctimas, con formación además de otra clase de intervenciones que hace el estado se puede lograr” aseguró Alfredo Palencia Molina, director de la Unidad de Víctimas Territorial Atlántico.

     

    “¡Estamos felices! Gracias al SENA que es lo mejor para salir adelante. Estamos preparándonos para generar ingresos porque los peces demoran seis meses en crecer y ya llevan cuatro”.​

     

    Antes de sufrir el fenómeno de la violencia y el conflicto armado, Carmen Cecilia era dueña de una finca que recogía 100 cargas de Café en la vereda Chanchón. Tenía 18 recolectores, tres casas Elba para el secado del café, 80 gallinas ponedoras y dos vacas lecheras.

    En esta zona del país, el café es el segundo producto agrícola con 4 mil toneladas de producción anuales.

    Hoy Carmen Cecilia cuenta con la casa que le otorgó el Gobierno Nacional hace dos años y una unidad productiva creada con capital semilla del SENA, con lo que adquirió mil peces tilapia y suministro de alimentos para los mismos. En la actualidad generará ingresos para ella y otras 12 familias desplazadas.

    “¡Estamos felices! Nuestra unidad se llama Progresar y lo tenemos gracias al SENA que es lo mejor para salir adelante. Estamos ya preparándonos para generar ingresos porque los peces demoran seis meses en crecer y ya llevan cuatro”, aseguró Díaz

    Sólo en Atlántico, la entidad formó en 2014 a 1.200 víctimas beneficiarias de las viviendas gratis; Actualmente se atienden 300.

    “La formación es una herramienta trasformadora, genera convivencia, aprendizaje de cara al trabajo; facilita el emprendimiento y la generación de ingresos. También ayuda a las personas a reducir el dolor, a mejorar su estado de ánimo y sentirse productivos”, aseguró Jacqueline Rojas Solano, directora del SENA en Atlántico.

    Carmen Cecilia también realizó en la entidad una formación como emprendedora en Elaboración de Productos Químicos industriales, Limpieza de Hogar y Cosméticos. Gracias a esto elabora colonias y cremas que comercializa en una miscelánea que tiene en su propio hogar.

    “He querido superarme. Estudiando uno se entretiene y va construyendo nuevamente sus cosas”, puntualizó la emprendedora.

    ADG/agf
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