Sin temerle a la competencia de la Internet y de tantas empresas establecidas con el mismo producto, en la zona suroccidental de esta ciudad, en una humilde vivienda del barrio Los Nogales, dos mujeres emprendedoras derivan su sustento y el de sus familias produciendo toda clase de fajas.
En esta línea comercial se encuentran fajas enterizas cuyos precios oscilan entre 65.000 y 135.000 pesos; otras moldeadoras y calzón faja, fabricadas en licra de algodón, desde los 25.0000 pesos.
Fajas Seducción es el nombre de la Unidad Productiva –asesorada por el SENA–. Allí, junto a dos sencillas máquinas de confección, las hermanas Sandra Lorena y Adriana Nogary fabrican no sólo simples fajas reductoras y moldeadoras, sino las que deben ser usadas por recomendación médica luego de una intervención quirúrgica como liposucción, para que la piel se fije en su sitio con una leve presión.
En una humilde vivienda del barrio Los Nogales, dos mujeres emprendedoras derivan su sustento y el de sus familias produciendo fajas post operatorias.
La actitud emprendedora de Sandra Lorena Nogary empezó hace 12 años; los primeros ocho trabajó la corsetería fabricando ropa interior y "hace cuatro años una cliente que se movía en el mundo de la estética me dio la idea de fabricar las fajas; decidí comprar moldes y hacerlas empíricamente", afirmó la emprendedora.
"Las fajas fueron gustando y fue subiendo el nivel de ventas por medio del voz a voz", puntualizó Sandra Lorena.Las hermanas Nogary son víctimas de desplazamiento que han hecho dos cursos el el SENA: uno de Confección y otro de Mercadeo y Ventas.
Las hermanas Nogary son víctimas de desplazamiento provenientes de Quinchía (Risaralda); llegaron a la Unidad de Emprendimiento del SENA donde además han hecho dos cursos"uno de Confección y otro de Mercadeo y Ventas", señaló Adriana.
La meta de esta dos emprendedoras es comercializar sus productos en todo el país.