En
medio de la oscuridad impuesta por la violencia urbana, Martín Eduardo Cardona
se aferró a sus sueños con una determinación inquebrantable. A pesar de perder
la vista a causa de un disparo, su mirada interior se mantuvo intacta,
impulsándolo a superar cualquier obstáculo que se interponga en su camino.
Hoy,
Martín Eduardo, aprendiz del programa tecnológico en Mantenimiento mecatrónico
de automotores, en el Centro de Diseño Tecnológico Industrial, CDTI, en Cali,
es un ejemplo de perseverancia y el éxito. Desde su infancia, anhelaba desarmar
automóviles, y aunque su discapacidad visual parecía una barrera infranqueable,
nunca renunció a sus aspiraciones.
Su
ingreso al SENA marcó el inicio de la realización de sus sueños. La
institución, comprometida con la inclusión, le abrió sus puertas y brindó las
herramientas necesarias para desarrollar su talento en el campo de la mecánica.
A pesar de las adversidades, demostró una habilidad extraordinaria y una pasión
inigualable por su oficio.
"Nada
es imposible, siempre se puede realizar los sueños y cumplir las metas",
es el lema que resume la filosofía de vida y el espíritu indomable de Martín
Eduardo, quien se ha convertido en un testimonio vibrante del poder
transformador de la formación y la determinación humana.
“En
el SENA encontré más que una institución educativa, pues aquí hay una comunidad
que me acogió e impulsó hacia el éxito”, expresa el aprendiz del CDTI
Para
el instructor Eduard Soto, de Mantenimiento Mecatrónico, este joven “no solo
ha superado sus propias limitaciones, sino que también se ha convertido en un
modelo a seguir para todos aquellos que enfrentan desafíos similares”.
En
un mundo donde la inclusión es un valor fundamental, el Servicio Nacional de
Aprendizaje (SENA) se erige como un faro de oportunidades para jóvenes con
discapacidad en la Regional Valle. Con datos actualizados hasta marzo de 2024,
se destaca que más de 351 personas con discapacidad han encontrado un espacio
de crecimiento y desarrollo en esta institución emblemática.