En la Institución Educativa Hojas Anchas, sede Rafael Uribe Uribe, zona rural de Circasia (Quindío), 52 campesinos se graduaron en Gestión de Proyectos Comunitarios, Básico en Ganadería y Especies Menores, Construcción Básica, Ofimática y certificaron su competencia laboral en levantar aves, según guía técnica.
Esta comunidad se caracteriza por su orientación agropecuaria y reconoce la importancia de la vocación rural del SENA en el Quindío. Así lo afirma Ernesto Romero Díaz, residente en la vereda Barcelona Alta: "Nunca habíamos tenido esta oportunidad de tener una formación en gallinas ponedoras. Esto nos ayuda a comprender todo el proceso de la gallina y tecnificar la producción. Sueño con tener mil gallinas en mi galpón".
En el proceso de formación participaron comunidades de las veredas de Villarazo, Barcelona Alta y Rural Itinerante, nodo Quindío. Se espera que más campesinos quindianos se vinculen a esta iniciativa que busca mejorar procesos agrícolas a partir de la implementación de tecnología de punta, garantizando el fortalecimiento de unidades productivas rurales.
En el evento de certificación, el SENA socializó con esta comunidad rural la estrategia Tecnoparque La Cabaña. Entre los logros se resalta la adecuación de galpones de acuerdo con las normas vigentes de inocuidad, que los proyecta a trabajar en la consolidación de sus propias unidades productivas. Así se contribuye al logro de la soberanía alimentaria en los territorios.
"Nosotros vimos la oportunidad de aprender sobre aves porque es algo muy nuevo. En mi caso nos dedicamos netamente al aguacate. Pero por todo el tema de la soberanía alimentaria y cómo han encarecido los huevos, nos mostró la necesidad de tener también nuestros propios animales, porque tenemos el espacio, solo que nos hacía falta todo ese apoyo técnico que hemos obtenido con el SENA", señala Katerine Marin, campesina de la vereda Villarazo.
Los instructores CampeSENA llegan a la comunidad y establecen un plan de formación de acuerdo con los requerimientos propios del lugar de trabajo. Esta dinámica se convierte en un aprendizaje en doble vía.
"Uno tiene unos conocimientos técnicos en veterinaria enfocada a especies menores que transmite, pero a su vez ellos tienen una experiencia de la vida muy importante, que se congregan para la formulación de soluciones funcionales para el colectivo", indica Ramiro Atehortúa, instructor del área pecuaria.