Emilio José Arévalo Londoño, de 29 años, es un aprendiz SENA que cursa una carrera técnica en Administración Comercial en la sede de la Regional Antioquia. El apoyo de sus padres y el compromiso del SENA en su formación fueron la clave para que el Banco Agrario diera el primer contrato de aprendizaje en el departamento a una persona con síndrome de Down.
Emilio integra el grupo de más de 40 aprendices con distintas discapacidades físicas y cognitivas que hacen parte del programa de inclusión en formación del Centro de Comercio. Para ellos, el SENA cuenta con docentes altamente calificados en el manejo de esta población y el lenguaje de traducción por señas.
El caso de Emilio es de resaltar. Con esfuerzo y ganas de superación ha cursado su formación básica en primaria y secundaria, ha realizado cursos en la Universidad de Antioquia y, ahora, con orgullo, se forma en el SENA. "Yo me siento emocionado de trabajar en el Banco Agrario, porque me encanta trabajar, me encanta trabajar en equipo, servir al cliente, manejar programas como Word, Excel, Power Point, dar la bienvenida a los clientes, recibir pagos o entregar dinero", cuenta.
Sus padres lo han motivado en actividades comerciales. Por eso, lo han apoyado para tener su propio emprendimiento con la venta de 'Aguacate Hans' y 'Salseritas', como Emilio les llama a unas artesanías que realiza con el aguacate. "Soy emprendedor, tengo mi emprendimiento en redes sociales, la página se llama 'Bocado Avocado'. Estoy en el SENA porque mi sueño es ser empresario", dice con emoción.
El joven de 29 años se siente orgulloso del SENA por las oportunidades que ahora tiene en el mundo laboral.
Martha Londoño, la madre de Emilio, reconoce que es maravilloso que en entidades como el SENA le abran las puertas a su hijo para que pueda tener una formación acreditada, porque ayuda a complementar todo el proceso de aprendizaje. "Para mi hijo es de mucha ayuda tener la disciplina de un horario, respetar los compañeros, las normas de trabajo y esa experiencia en el Banco Agrario le va a servir para que siga creciendo con su emprendimiento", expresa orgullosa.
La mujer agradece que el SENA y el Banco Agrario hayan confiado en su hijo. "Esta es una oportunidad muy grande que le da la vida a través del SENA, es una maravilla para nosotros como familia y para él, porque va a estar en una entidad grande del país y va a aprender cómo funciona una empresa", recalca Martha Londoño.
De esta manera, el SENA impulsa el desarrollo de la economía popular con inclusión y oportunidades para personas con diversas discapacidades, un paso más en el camino de La Paz Total.