Instructores y aprendices del Centro Internacional de Producción Limpia Lope en Pasto dan un importante paso hacia la sostenibilidad y eficiencia energética del sector agrícola en Nariño con la implementación de paneles solares que generan energía fotovoltaica, la cual, transformada en energía eléctrica, impulsa el funcionamiento de un sistema automatizado de riego por goteo.
"En los últimos años, se ha reconocido la necesidad de utilizar fuentes de energía alternativas para operar sistemas de bombeo en áreas donde no se dispone de energía eléctrica convencional. Los paneles solares se han presentado como una solución prometedora para satisfacer esta demanda y garantizar el riego adecuado de los cultivos en zonas remotas", expresó Jesús Antonio Velásquez Díaz, instructor del Centro Lope.
El objetivo principal de este proyecto es proporcionar una solución energética sostenible para invernaderos y cultivos ubicados en áreas sin acceso a la red eléctrica. Tradicionalmente, el riego por goteo ha dependido de sistemas de bombeo que requieren una presión constante y un flujo adecuado de agua.
Con la instalación de paneles solares, se ha logrado desarrollar un prototipo innovador que consta de cuatro paneles solares capaces de generar voltajes de 20 y 24 voltios cada uno.
Al respecto, Alejandro Córdoba, aprendiz del Centro Lope, expresó: "La energía solar captada por estos paneles se transforma a través de un inversor, que actúa como un transformador, acumulando la energía en baterías de 24 voltios. Posteriormente, el inversor transforma esa energía almacenada en las baterías en corriente eléctrica de 110 voltios, suficientes para alimentar tanto la bomba de agua como las electroválvulas utilizadas en el sistema de riego por goteo".
La implementación de la energía solar en los sistemas de producción y riego por goteo presenta numerosos beneficios para los agricultores. Además de garantizar un riego constante y adecuado, reduce la dependencia de fuentes de energía convencionales, lo que se traduce en ahorros económicos y una menor huella de carbono.
Se ha comprobado que el cultivo mejora significativamente en términos de humedad del suelo, lo que promueve un desarrollo óptimo de las plantas y una mayor productividad.