Exportar 12.000 kilogramos de gulupa en los próximos tres años. Ese es el sueño de Rocío del Carmen Jamanoy, una campesina que, como consecuencia de la violencia, terminó viviendo y emprendiendo en la empinada topografía de la subregión del Norte caldense, específicamente en El Tigre, vereda que hace parte del municipio de Salamina.
"Yo llegué inicialmente a Manizales, donde tuve la oportunidad de estudiar en el SENA Caldas una Tecnología en Biodiversidad Vegetal. Salí a práctica y es ahí precisamente donde empiezo a construir mi proyecto de vida, ya que trabajé en un cultivo de gulupa", cuenta Rocío.
La gulupa es una fruta exótica que goza de mayor reconocimiento y demanda en el mercado internacional, razón por la cual el año pasado fue uno de los productos que más exportó Colombia, sobrepasando los 8 millones de kilogramos.
"En mi práctica aprendí todo el aspecto técnico sobre el cultivo de esta fruta, también sobre las certificaciones necesarias para exportar y así, poco a poco, fui consolidando Pasión Purpura S.A.S, mi actual empresa, conformada por un cultivo de 2.000 plantas que me ha permitido generar empleo en el campo", señala la emprendedora.
Además de ser tecnóloga egresada del SENA en Caldas, esta mujer rural encontró también en la Entidad el abono que necesitaba para germinar con mayor fuerza su sueño: el Fondo Emprender, iniciativa del Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) que busca financiar ideas sostenibles y de gran impacto por medio de convocatorias públicas.
Luis Felipe Vélez, asesor de emprendimiento del SENA Regional Caldas, explica que Roció logró consolidar su proyecto por su tenacidad y buen trabajo, y agrega que accedió a $80 millones a través de una convocatoria del Fondo Emprender especial para mujeres rurales.
Desde del bello departamento de Caldas, Rocío del Carmen Jamanoy invita a las mujeres campesinas de todo el país a formarse y buscar apoyo a través de estrategias como CampeSENA para alcanzar sus metas y propósitos de vida. Ella es ejemplo de justicia social.