El trabajo pesado exclusivo para hombres es, desde hace años, solo un mito.

El SENA Antioquia certifica a mujeres por competencias en diferentes ramas de la construcción. En este caso las protagonistas son un grupo de mujeres del municipio de Bello, que fueron caracterizadas por la Alcaldía por medio la Fundación Construir para recibir formación en mampostería.

Liliana Morales, una de las aprendices en formación, asegura que emprendió con su esposo una microempresa de remodelación y acabados para viviendas. Él tiene los conocimientos, pero ella para hacerse cargo de la administración, decidió capacitarse en el SENA.

"¡Gracias!, porque nos están abriendo espacios que antes no se consideraban posibles, y porque nos están dando a nosotras independencia y más libertad en cuanto a conocimientos. Nos sale sin costo alguno y nos brindan herramientas, que eso es un tesoro, algo invaluable", señala Liliana.

En sus 30 años de experiencia como instructor del SENA, Juan Carlos Henao, asegura que las mujeres son más disciplinadas que los hombres al momento de aprender las técnicas de construcción. "Son pocas las mujeres que entran a hacer estos cursos, pero son más cuidadosas, analizan más. Es muy bonita la experiencia cuando se les enseña a las mujeres", cuenta.  

Las mujeres se ponen el casco y manos a la obra. Son las protagonistas de este trabajo que dejó de ser exclusivo de los hombres.

Shirly García, funcionaria de la Casa de La Mujer de Bello, dice que con estas alianzas buscan que las mujeres tengan conocimientos para llegar a convertirse en emprendedoras.

"Lo que nosotros queremos es llevarlas a que ellas puedan ejercer su propia labor personal, que sean emprendedoras. Este curso les va a ayudar a tener recursos adicionales, ya que muchas son mujeres adultas, madres cabeza de familia con ganas de luchas por sus familias", expresa Shirly.

Con su oferta institucional, el SENA contribuye a la justicia social, empoderando a mujeres que ahora se dedican al mundo de la construcción.

Parte del compromiso del SENA con el desarrollo de la Economía Popular y la Justicia Social, que propone el Gobierno del Cambio, es que las mujeres sean empoderadas y puedan tener conocimientos que les permita garantizar el sustento de sus familias.