En la vereda San José Alto de Cachipay se encuentra ubicado el huerto cultivado por los aprendices del programa SENA Emprende Rural (SER), quienes bajo la orientación del instructor Pablo Cubillos han implementado, de manera exitosa, cultivos de pancoger y transitorios como frijol, maíz, auyama, lechuga y calabacín, entre otros.

"Pertenecer al curso de seguridad alimentaria del programa SER nos permitió darles un nuevo aire a nuestras vidas. Con nuevas técnicas pudimos revivir y renovar legados que traemos desde nuestros padres, y devolverle el valor que realmente merece la tierra", asegura Ligia Rojas, aprendiz SENA Emprende Rural.

"De este modo, poderla trabajar con nuestras propias manos sin importar los achaques de la edad, y luego cosechar los frutos de ese esfuerzo; creamos lazos de amistad y solidaridad, momentos que nos hacen sentir vivos y útiles", agrega el aprendiz.

 Para la formación pecuaria cuentan con la Instructora Lizeth Mahecha, quien además realiza un recorrido por la zona para recoger a los adultos mayores y llevarlos a la finca en la que tienen un pequeño galpón para pollos de engorde y de producción de huevo criollo.

"Compartir en una formación donde nuestros aprendices están en los años dorados y ver que su vitalidad y entusiasmo les permite seguir dando lo mejor de sí, hacen que cada día de trabajo se convierta en un ameno y dulce escenario para compartir saberes, contar anécdotas y cosechar ilusiones, en busca de demostrar que el trabajo en el campo es no solo el presente, sino el futuro para forjar un mundo más amable", señala Liceth Maryori Mahecha, instructora del programa SER.

Uno de los objetivos de SENA Emprende Rural es trabajar con la comunidad y entidades como el Centro de Vida Sensorial, labor que resulta fundamental toda vez que llega a todo tipo de población para integrarla al programa y sus beneficios.