En el evento 'Competencias blandas: su importancia en la formación y el empleo en tiempos de COVID-19', en alianza Organización Internacional para el Trabajo -OIT y el Centro Interamericano para el Desarrollo del Conocimiento en la Formación Profesional -CINTEFOR, el SENA presentó el proceso que lleva a cabo para la construcción de las Normas Sectoriales de Competencia Laboral (NSCL) y los beneficios que traen para el cierre de brechas de capital humano.

Ayda Martínez Gemade, coordinadora del Grupo de Gestión de Competencias Laborales del SENA indicó que este proceso inicia con una definición de actitudes y comportamientos, que es entendido como las  "manifestaciones observables de disposición o motivación que demuestra el trabajador en el desarrollo de una función laboral", de donde se desprenden los componentes para la realización y aprobación de las NSCL,  seguido del 'saber hacer' que trata de la descripción de los resultados a lograr en el desempeño de la función laboral, y los conocimientos que se aplican dentro de este; y finalmente el 'saber ser', como la evidencia para demostrar las competencias y habilidades de un trabajador.

Los participantes en el evento conocieron que la Normalización de Competencias Laborales tiene como requisito, cumplir con actitudes y comportamientos laborales que complementan el proceso de cualificación del talento humano, entre las que se cuentan: liderazgo, comunicación, iniciativa, creatividad e innovación.

Para el desarrollo de estas Normas se dispone de un a través de la herramienta 'Matriz de Correlación de Desempeños Laborales' en la que se precisan los conocimientos y evidencias que debe tener un trabajador, por lo cual se creó una nueva fase dentro de este proceso, que se denomina 'Criterios de Actitud y Comportamiento Laboral', seguido de esto de la mano de unas preguntas orientadoras se logran identificar actitudes y comportamientos laborales asociados a los criterios de desempeño, que permiten a nuestros Metodólogos de Normalización, obtener toda la información necesaria para los expertos técnicos y así relacionarlo en el componente de "evidencias de desempeño".

Ayda Martínez demostró cómo a través de las normas existentes en este momento, se realiza la aplicación de las competencias y criterios de desempeño; también, aclaró que el desarrollo de las habilidades para los diferentes cargos se debe categorizar dentro de uno de estos criterios, demostrando la manera en la que esto es evidenciable a través de las actitudes, comportamientos, así como habilidades y logros que cumple un trabajador. "Este es un ejercicio permanente, se continúa trabajando para la mejora del mismo, de la mano de los profesionales de normalización del SENA", concluyó Martínez.