Cuando Yessica Alarcón Soto habla, transmite una seguridad excepcional. Las situaciones difíciles la han moldeado y formado en ella un carácter firme, dispuesta a entregar sus energías en lo que le apasiona: servir a la gente.

Tiene 46 años. Vive con sus dos hijos en el barrio El Triunfo, en Riohacha, La Guajira. Las acciones derivadas del conflicto armado la obligaron a desplazarse de la vereda El Naranjal, su tierra natal, para la capital del departamento para buscar mejores oportunidades. Actualmente, es presidente de la Junta de Acción Comunal en el barrio donde reside, lugar de liderazgo que la impulsa a gestionar el bienestar de su comunidad.

"Nunca imaginé que llegaría a ser presidente de la comunidad. Pero aquí estoy, y me gusta trabajar por mi gente, en especial por los niños. No trabajo sola, aquí trabajamos en equipo para organizar y que todo tenga una solución", manifiesta Yessica.

Aunque es una mujer en situación de discapacidad, nada le impidió formase y crear su propio emprendimiento. Junto a 29 mujeres de su comunidad, decidieron inscribirse en el SENA y recibieron formación en temas relacionados con marroquinería, tejeduría en palma de Iraca, emprendimiento empresarial, contabilidad básica, atención al cliente, salud ocupacional y bisutería, entre otros.

"Hoy contamos con una unidad productiva llamada 'El triunfo emprende' en el que tejemos mochilas en palma de Iraca sobre pedido. También hacemos manillas y productos para el hogar en madera MDF", explica Katherine Cortés Aguilar, integrante del equipo de mujeres emprendedoras.

El día a día de las emprendedoras inicia en atender su hogar y sus hijos. "En horas de la tarde, cuando nos desocupamos de la casa, nos reunimos a trabajar. Es muy agradable trabajar con las chicas porque compartimos el mismo amor por el trabajo y el empuje", asegura Anyela Salas Rojas, quien se unió al equipo 'El triunfo emprende' en 2018.

El SENA les ha brindado acompañamiento a todas las integrantes de 'El triunfo emprende' desde el programa de atención de víctimas y población vulnerable, así como desde los programas de formación ofertadas por la entidad.

"Con esta oportunidad que les hemos dado en el SENA, ellas han transformado su vida a través de la formación, el perdón y la sanidad interior. Son mujeres brillantes que saben cómo convertir la formación en ingresos y empleabilidad. Desde el SENA seguiremos acompañándolas en sus proyectos que tanto benefician a la comunidad", sostiene Aurys Pérez, Líder Regional de atención a poblaciones vulnerables y víctimas del conflicto armado de la Entidad.

Yessica Alarcón también coordina un grupo de danza comunitario y con madera MDF producen herramientas que usan los niños y jóvenes en sus coreografías.  "Hemos tratado de salir adelante más que todo por nuestros hijos. No hay mayor satisfacción que llevar algo a nuestros hogares. Creo realmente que este proceso con el SENA y nuestro emprendimiento ha sido muy bueno para todas", puntualiza.