Adriana vive con su esposo y su hijo de 4 años en una finca de la vereda el Viboral en el municipio del Carmen en el oriente antioqueño, donde tiene como vecinos a algunos tíos, primos y amigos con quienes comparte su amor por el campo y su empeño para buscar nuevas oportunidades entre las montañas de su tierra, rodeadas de cultivos y vacas que se convierten en el insumo para llevar el alimento a sus hogares.

Finalizando el año 2019 Adriana encontró la oportunidad de participar en una capacitación que fue llevada a su vereda a través del Programa SENA Emprende Rural, con un taller de tres meses diseñado para enseñar a la comunidad a realizar productos derivados de las cosechas del campo, donde crecen tomates, papas y hortalizas que se convierten en la materia prima para crear productos y recetas saludables.

La motivación inicial de Adriana fue llevar a la cocina de su casa una alimentación más balanceada para su familia, además de satisfacer en su pequeño José Ángel el amor por el yogurt, el cual decidió aprender a elaborar de una forma sana, atendiendo a la inconformidad que le ha generado tener que comprar otros yogures del mercado llenos de químicos y conservantes. 

Fue entonces como en uno de los cursos de derivados lácteos brindados por el SENA, aprendió a ejecutar el proceso para realizar el yogurt el cual empezó a producir de a 5 litros semanales para ir consumiendo en su casa y que luego convirtió en una idea de negocio, "Es un sueño que nació con el SENA, donde me brindaron capacitaciones personalizadas para mejorar mi producto y sacar otros más novedosos como el yogur de café endulzado con estevia" puntualizó Adriana.

Durante la capacitación, Adriana tuvo la oportunidad de aprender a aumentar su producción y recibir asesoría para comercializar el producto, el cual ha ido potenciando y evaluando con la ayuda de la Tecnoacademia del SENA en el oriente antioqueño, que se encargó de ayudarle validar la calidad del yogurt hasta convertirlo en su empresa llamada Campo Amor.

"Yo nunca espere que me fueran a elegir como unidad productiva y que me brindarán todo ese apoyo para cumplir este gran sueño. Yo he recibido todo tipo de capacitaciones para mejorar e incluso para aprender a elaborar yogures de todos los sabores, al igual que yogures griegos sin azúcar que además están dirigidos a la población diabética para aportar a su salud" concluyó Adriana.

Lo que empezó con una producción de 5 litros para consumir en casa, es hoy un proyecto que además de generar beneficios económicos para la familia, le permite brindar oportunidades de empleo en su vereda y darle cabida a un producto más saludable es cual comercializa a domicilio en diferentes lugares de Antioquia y es ofertado cada fin de semana en los mercados campesinos del Carmen de Viboral.