Los trabajadores de la unidad productiva Transformando Delicias son un ejemplo de vida a seguir, porque demuestran a través de su trabajo en equipo que la discapacidad física, cognitiva, visual o auditiva no es obstáculo para ser emprendedores y generadores de empleo para su municipio; esto lo logran de la mano de la alcaldía de Sibaté y del Centro Industrial de Desarrollo Empresarial de Soacha.
Luego de recibir formación del SENA en el curso de tranformación de alimentos crearon la unidad productiva dedicada a la producción de pulpas de frutas, bocadillos y mermeladas con productos autóctonos de la región.
"Cuando vimos que la alcaldía les había facilitado algunas máquinas e insumos, decidimos apoyar el proceso con una capacitación en transformación de alimentos, para que tuvieran la posibilidad de comercializarlos; es así como su disciplina y su deseo de superación, los lleva a crear la unidad productiva, con la cual comercializan lo que producen", manifestó el instructor de agroindustria, Jairo Restrepo.
Luis Fernando Gómez, aprendiz líder del grupo destaca que "la formación que nos dio el SENA nos ha servido para sentirnos útiles a la sociedad, esto eleva nuestra autoestima, nos motiva a seguir adelante y a continuar explorando nuestras habilidades diversamente diferentes con un propósito laboral".
Los integrantes de esta unidad productiva se distribuyen los roles de acuerdo a su capacidad y habilidad, unos se dedican a la limpieza de las frutas tan pronto llegan, mientras que los otros realizan el pelado, triturado, cocción, empaque, enfriamiento y distribución a las empresas que les compran sus pulpas en Sibaté, Soacha y Bogotá.
"En el marco de SENA incluyente buscamos que las poblaciones en condición de vulnerabilidad se beneficien con formación, empleo y emprendimiento, que son nuestros tres ejes fundamentales del servicio que prestamos a la comunidad, nos alegra contar con experiencias como la de estos emprendedores que se superan día a día", destacó Roberto Prieto Ladino, subdirector del SENA en Soacha.
En la pasada vigencia el Centro Industrial y de Desarrollo Empresarial atendió 99.148 personas a través de la formación complementaria o cursos cortos, y más de 500 personas en condición de discapacidad fueron orientadas desde el área de atención a poblaciones vulnerables.