Enseñar a mujeres a transformar frutos, maíz, leche de vaca y otros productos propios de la región del oriente antioqueño, fue un sueño que Martha logró cumplir con la ayuda de la Entidad. A sus 57 años de edad, reunió a quince mujeres, para que por medio del programa SENA Emprender Rural -SER, aprendieran a elaborar alimentos artesanales y orgánicos.

Martha Benítez Cortés es profesional en Ciencias Económicas y durante muchos años ha ejercido como docente en instituciones de educación superior. Su vocación por el campo y los productos orgánicos, le han enseñado a diseñar espacios que para ella son mágicos, como la pequeña huerta que tiene alrededor de su finca y en la que cosecha tomates, espinaca, frutos verdes, entre otros, para crear deliciosas recetas.

Su amor por la educación y el campo, fueron los ingredientes perfectos para diseñar el proyecto: "Recuperación de aromas y sabores en nuestro hogar", iniciativa reconocida en primera instancia por el Instituto de Cultura de El Carmen del Viboral y ejecutada con la ayuda del SENA.

Por medio de SER y liderados por Martha, se generaron encuentros con las quince mujeres e instructores SENA, habiéndose trasladado hasta la vereda el Viboral, una de las 57 con que cuenta el municipio y que fuera elegida para iniciar la formación, por ser la de mayor productividad agraria.

Allí además, se detecta una alta presencia de mujeres en busca de oportunidades laborales, cabeza de hogar, madres, abuelas, quienes se sumaron a esta iniciativa con la disposición de aprender y entregar recetas tradicionales para realizarlas en forma más saludable.

Las mujeres participantes lograron adquirir un conocimiento básico sobre agroecología (producción limpia) y manipulación de alimentos; tomando conciencia sobre la problemática ambiental y de salud en la zona, por el inadecuado consumo de alimentos con exceso de azúcar y grasas. Entre tanto, también recibieron asesoría sobre el manejo de ingresos y gastos familiares; aprendizajes que puestos en práctica se han convertido en ideas de negocio y, que hoy por hoy, les ha permitido consolidarse como pequeñas empresas productoras de yogurt artesanal, mermeladas, vinagres, aceites artesanales para ensaladas, entre otros productos; que los fines de semana comercializan en los mercados campesinos del pueblo.

Una de las mujeres capacitadas es Adriana Gallego, quien contó con entusiasmo que "Mi emprendimiento lo enfoqué en yogures artesanales, luego de estudiar tres meses con el SENA; yo le decía al instructor que me enseñara a realizar el yogur para mi hijo de 4 años y para mi.  Mi familia lo fue probando y les gustaba por rico y saludable. Así nació mi sueño, acompañada por el SENA".

Estos productos antes de ser exhibidos para la venta, superaron un proceso de pruebas microbiológicas en los laboratorios del  TecnoParque del SENA en Rionegro.

"Gracias a esta iniciativa, no solo se ha estimulado la producción, difusión y recuperación de productos de la región como el maíz criollo, la achira y otros árboles frutales, sino que se han generado más emprendimientos para que las familias de El Carmen de Viboral puedan salir adelante", concluyó Martha Benítez.