En el departamento de Nariño, fique y café se conjugan y complementan; dos actividades que permiten la subsistencia diaria de familias campesinas y que hoy más que nunca, trae beneficios para ambas labores productivas a través de esta máquina diseñada en el Centro Internacional de Producción Limpia Lope en Pasto.
Según investigaciones de la Mesa Sectorial de Fique y Otras Fibras Naturales, del cultivo de dicha planta se extrae la fibra como producto principal; sin embargo, su valor comercial es relativamente bajo si no se aprovecha en forma de producto elaborado.
En el departamento de Nariño se producen anualmente 35 mil toneladas de café, lo que significa que para su transporte y exportación se necesitan sacos que cumplan normas y características específicas.
A consideración de Cedric Jacques Duquesne, investigador SENNOVA y líder en el proceso de diseño, "los productores de café de Nariño pueden utilizar bolsas en polipropileno, que generan contaminación al no ser biodegradables, o sacos en fibra de fique que tienen que comprar en otros departamentos de Colombia con un costo elevado de transporte. La importancia de usar la fibra de fique radica en que, dicho cultivo representa una actividad económica importante en el sector agrícola de Colombia, con 70 mil familias que viven de ello, según datos del Ministerio de Agricultura de Colombia".
Proceso y beneficio
Para el proyecto se trabajó sobre máquinas artesanales aplicando el método de ingeniería inversa. "Se rediseñó con tecnología de telar mecánico y se trabajó con materiales económicos, mecanismos sencillos y piezas fáciles de fabricar. Esta máquina se podría usar con o sin motor eléctrico", enfatizó Cedric Duquesne.
En las pruebas realizadas se calculó que dicha máquina produciría cuatro sacos por hora en la forma manual y, más de diez con motor.
"Con el proyecto, se disminuyen costos de fabricación, se garantiza eficiencia, calidad y mayor producción en menos tiempo; además que hace la máquina accesible a los pequeños productores", finalizó Cedric Duquesne.
El proyecto, impulsado desde la Mesa Sectorial de Fique y Otras Fibras Naturales, contó además de SENNOVA(Sistema de Investigación, Innovación y Desarrollo Tecnológico) del SENA, con el apoyo con contrato de aprendizaje de Yonier Esteban Ojeda Sánchez, aprendiz del programa de Diseño de Productos Industriales, y de la asociación de productores de Samaniego Asoproctovilla, quienes permitieron realizar mediciones para determinar las necesidades y las especificaciones técnicas del mecanismo, cuyo costo de fabricación se aproxima a los 10 millones de pesos con motor.