​Con el objetivo de atender y suplir algunas de las necesidades de las víctimas sobrevivientes de ataques con agentes químicos, el SENA, la Fundación Natalia Ponce de León y la Secretaría de la Mujer de la Alcaldía de Bogotá, suman esfuerzos para que esta población adquiera un compromiso real de acceder y permanecer en las ofertas que las entidades del Gobierno les brindan, especialmente en relación con empleo, formación y emprendimiento. 

En ese sentido, adelantan una serie de jornadas de empoderamiento y corresponsabilidad en las que el SENA ofrece sus servicios enfocados en empleo, emprendimiento y formación para el trabajo, con el fin de mejorar los niveles y perfiles ocupacionales de las víctimas, así aumentar sus posibilidades de vinculación laboral y dar opciones en la generación de proyectos productivos. 

Para Hernán Fuentes, director de Empleo, Trabajo y Emprendimiento del SENA, este programa se diseñó para proveer, a través de la ruta de atención a poblaciones vulnerables, un proceso más expedito para que las personas sobrevivientes de ataques con agentes químicos puedan acceder a toda la oferta institucional. 

“Estas acciones se han desarrollado para la orientación laboral, que lideran las oficinas de la Agencia Pública de Empleo en el país, con el fin de identificar intereses ocupacionales y direccionar de manera pertinente su acceso a las demás líneas de atención institucional que incluyen formación para el trabajo, asesoría para la implementación y fortalecimiento de proyectos de emprendimiento, intermediación laboral, y evaluación y certificación de competencias laborales”, explica el directivo. 

Por su parte, Mónica Murillo, sicóloga de la Secretaría de la Mujer de la Alcaldía Mayor, considera que a través del compromiso que el Estado tiene con la ley 1257 de 2008 para estabilizar a las mujeres que han sido víctimas de la violencia en diferentes escenarios, la Secretaría Distrital de la Mujer, la Fundación Natalia Ponce de León, el SENA y otras organizaciones cuentan con una oferta específica para sobrevivientes con agentes de ataques con agentes químicos. 

“Se trata de una serie de acciones que buscan mejorar especialmente su calidad de vida, y aportar a su autonomía económica, que creemos es un factor fundamental no solo para minimizar los impactos de estos ataques, sino para prevenir futuros ataques de violencia”, expone la funcionaria. 

Para la fundación Natalia Ponce de León, que trabaja para asesorar y acompañar a las víctimas de ataques con agentes químicos y sus familias a que se les respeten sus derechos, y uno de esos derechos tiene que ver con el empleo. “Y quien responde frente a esa institucionalidad es la Agencia Pública Empleo del SENA, cuya labor la destacamos. Por eso estamos trabajando articuladamente para garantizarle a esta población víctima acceso al trabajo digno, formación y emprendimiento”, señala su gestora social, Fanny Santamaría. 

Cuenta, además, que han venido trabajando porque esta es una forma de reivindicar a estas personas, quienes han sido víctimas por su misma condición de género. “Esta es una forma de que se empoderen, de desarrollar su amor propio, su autoestima y solvencia económica”, manifiesta. 

El SENA, a nivel nacional, atiende los casos que son reportados por las mesas institucionales con programas de formación titulada en Cocina, Gestión documental, Entrenamiento deportivo y Gestión del talento humano, entre otros; pero además en formación complementaria con cursos como Fundamentos en informática, Bocetación y Elaboración de artículos decorativos, por mencionar algunos. De igual manera, esta población recibe asesoría en intermediación laboral y orientación ocupacional a través de la Agencia Pública de Empleo. 

Cifras 

De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud – Sistema de Vigilancia en Salud Pública de las Violencias de Género e intrafamiliar, entre 2016 y 2019 se registran 160 casos de ataques con agentes químicos. El porcentaje tanto en mujeres como en los hombres equivalen al 50% del total de los años reportados. Si bien durante los dos primeros años el porcentaje de mujeres fue equivalente al 55,5%, desde el año 2018-2019 el porcentaje es mayor en hombres, en 60% aproximadamente.