​A través de una alianza interinstitucional entre la Alcaldía de Pasto, el Instituto Colombiano Agropecuario ICA y el SENA, familias campesinas de los corregimientos de Santa Bárbara y Mocondino adquieren nuevos conocimientos en la producción de leche. 

“Con la formación del SENA podemos producir leche en excelentes condiciones para los consumidores del corregimiento, aunque es en pequeña escala, ahora tenemos la confianza de ofrecer un producto en óptimas condiciones para todos ellos”, comentó Leónidas Gelpud, con satisfacción por lo aprendido. 

Estas familias pastusas deben su sustento a la producción de dos o tres vacas de ordeño y es de suma importancia para ellos mejorar la calidad y productividad. Por esa razón, en la vereda la Esperanza, un grupo de campesinos se organizó para conformar la Asociación Agropecuaria Buena Esperanza, a través de la cual iniciaron acciones para formarse. 

Para la directora regional del SENA en Nariño, Sara Ángela Arturo González, el objetivo en el marco de este convenio es certificar a 40 familias en buenas prácticas ganaderas. 

“Para llegar a ello, adoptamos un sistema que rompe con lo tradicional, en donde queremos que el productor se sienta orgulloso de ofrecer una leche inocua y pueda comercializar un alimento garantizado, además pueden acceder, por su certificación, a la bonificación de 14.5 pesos más por litro”, añadió la directiva. 

Esta iniciativa de trabajo interinstitucional ha arrojado buenos resultados en la región puesto que hasta ahora el municipio solo había logrado certificar siete fincas en buenas prácticas ganaderas y ahora, gracias a esta alianza, se certificarán 40 fincas. Con esto, Nariño alcanza un récord de 265 haciendas que lo convierten en el segundo departamento en Colombia con mayor número de predios certificados en esta materia. 

El instructor Carlos Eduardo Dávalos del Centro Internacional de Producción Limpia Lope de Pasto, asegura que ahora estos pequeños productores saben cómo seguir el proceso de manera correcta, “Por ejemplo, que el ordeño se debe hacer bajo carpa con todas las normas que se requiere para obtener leche en mejores condiciones”. 

Claudia Gelpud, hija de uno de los socios de Buena Esperanza, opinó que “Con todo lo aprendido se puede calcular una mejor y mayor producción. Yo les diría a los pequeños productores que participen de estas capacitaciones para que puedan así mejorar su calidad de vida”.