Disney y la Fundación Corazón Verde se unieron para rendirle un homenaje a Mickey Mouse, uno de los personajes más queridos por niños y adultos, razón por la que eligieron a 35 artistas para que intervinieran una estatua con la forma del famoso personaje. Harold Rubio, trabajador del Centro de Manufactura en Textiles y Cuero del SENA Distrito Capital, fue uno de los artistas seleccionados para esta labor.
Cada uno de los artistas elegidos recibió una escultura en blanco de 47 centímetros, la cual debían intervenir como quisieran, pero inspirada en la cultura de nuestro país. Rubio escogió la plastilina, técnica que ha trabajado a lo largo de su carrera, para darle color y vida a su escultura y, de esta manera, expresar por medio de los colores “el paisaje criollo de Colombia”, como él señaló.
“Lo que hace que la obra sea única es que yo preparo muchos colores, entonces, por ejemplo, se encuentran muchas tonalidades de azules, verdes, amarillos y rojos, matices que hacen parte del discurso tropical y folclórico, como nosotros somos”, agregó.
“Para iniciar hice muchas tiras de plastilina, como cuando uno es niño y hace gusanitos, las cuales fui colocando a la escultura para más adelante moldearlas y darles forma. Es como un juego infantil, de hecho, la obra por eso se llama ‘Mickey quiere seguir jugando’, porque es un homenaje a jugar y es una forma de divertirse”, explicó.
En este trabajo se tardó aproximadamente seis días. Una vez estuvo la escultura totalmente intervenida le aplicó un sellante, material que sirve para que no se trasgredan los colores y el material, y hacer perdurar la obra.
La escultura de Mickey intervenida por Harold fue subastada junto a las otras 34 en un evento que se llevó a cabo en el Country Club de Bogotá. Una parte de estos recursos recolectados van destinados para apoyar las obras sociales de la Fundación Verde, como la educación secundaria de algunos jóvenes.
Harold Rubio hace parte del área de Bienestar al Aprendiz del Centro de Manufactura en Textiles y Cuero del SENA, desde hace tres años, donde apoya al fortalecimiento de la formación integral y lo relacionado con la cultura y la educación en arte en este Centro de Formación.
“Mi función en el SENA es potencializar las habilidades blandas de los aprendices por medio de la parte artística y la formación integral. Por eso a los jóvenes les recalco la importancia de la educación artística: que no se formen solo para el trabajo sino también para ser mejores seres humanos”, aseguró este artista.
Finalmente, agradeció el apoyo que le ha brindado Sonia Enciso, subdirectora del Centro de Formación, “Ya que ella le ha apostado mucho a la educación en artes, e impulsa la economía naranja, que está a la vanguardia de esos temas”.