Desde la Tecnoacademia del SENA en el Valle del Cauca, cinco jóvenes estudiantes de colegios de Cali, con edades entre los 12 y 16 años, desarrollan un innovador proyecto para construir celdas solares orgánicas. Sus competencias y talento como investigadores acaban de ser reconocidos por la propia NASA.
Los paneles son elaborados con polímeros de tercera generación que no contaminan, se renuevan y en un futuro podrían constituir una forma sencilla de ahorrar energía en sistemas de riego, empresas, negocios y viviendas. De 30 piezas elaboradas por el grupo de jóvenes, cuatro fueron enviadas al espacio por la NASA, el pasado 24 de agosto.
Tras este logro, ahora los cinco estudiantes se preparan para viajar a la Friedrich Alexander Universitat, de Alemania, donde harán una pasantía que les ayudará a fortalecer su iniciativa.
“Este proyecto nos permitirá avanzar hacia la fabricación de paneles solares con tipos de polímeros de tercera generación más avanzados. Las celdas no están hechas con Silicio y son más económicas que las convencionales que se encuentran en el mercado actualmente”, precisó Diana Velásquez, líder de la Tecnocademia del SENA en el Valle del Cauca.
La travesía del prototipo por el espacio fue un resultado de la participación del proyecto de los estudiantes caleños en el programa Clubes in Space, que unió 100 iniciativas mundiales en un aerostático que la NASA lanzó fuera de la tierra.
Para Danna Valentina Martínez, estudiante de grado 11 de la Institución Educativa Inem Jorge Isaacs, e integrante de la Tecnoacademia de la capital del Valle, “Es demasiado gratificante ser parte de la creación de las celdas solares y que los conocimientos de todo un equipo vuelen hasta el espacio, más aun, teniendo en cuenta que todavía no me he graduado del colegio”.
Acompañamiento desde Alemania
El proyecto denominado ‘Fabricación de celdas solares orgánicas y su posible aplicación en sistemas de riego automatizado’ es desarrollado desde hace un año en la Tecnoacademia del SENA en Cali por los cinco estudiantes de colegio.
Ellos pertenecen las áreas de electrónica, tres y dos de natotecnología. El centro de estudios alemán Friedrich Alexander Universitat ha acompañado esta investigación, que también recibe apoyo de la Universidad del Valle.
Aunque inicialmente los paneles fueron proyectados para sistemas de riego, la idea de sus desarrolladores – pertenecientes al club de ciencia ‘Acercando el futuro, celdas solares orgánicas’ - es que puedan utilizarse en diferentes actividades y espacios, como empresas y viviendas.
“La Tecnocademia es una línea programática de SENNOVA para fortalecer los estándares de calidad de aprendices y estudiante de colegios públicos y privados, en ciencia e investigación. Desde allí se elevan sus competencias, con proyectos de innovación que resolverán necesidades de sectores productivos y del entorno social”, explicó Velásquez.
En la Regional Valle SENNOVA y la Tecnoacademia funcionan desde el Centro Nacional de Asistencia Técnica a la Industria, ASTIN. Para su operación cuentan con personal especializado y laboratorios dotados con equipos de última tecnología, gracias a una inversión de $3.000 millones.