En la vereda Naranjal, las montañas conservan las cicatrices de la minería ilegal y el verde parece irse esfumando con los años. Es allí, donde un grupo de 17 campesinos decidió que era hora de volver a sembrar vida. Por esta razón, nació ‘Coloreando a Colombia’, una iniciativa que no solo busca restaurar el paisaje, sino también, fortalecer el tejido comunitario a través del conocimiento técnico y el trabajo colectivo.
Es así que, gracias a la estrategia CampeSENA, llega a esta vereda del municipio de Zaragoza, el programa técnico en Manejo de Viveros desarrollado por el Centro de Formación Minero Ambiental (CFMA) de la Regional Antioquia; el cual, le otorgó a este grupo las herramientas y los conocimientos técnicos necesarios para poner en marcha esta iniciativa, que ha logrado construir un vivero comunitario desde cero, producir más de 6.000 plántulas y empezar a reforestar zonas afectadas por la explotación minera.
“El nombre ‘Coloreando a Colombia’ lo escogimos porque queremos devolverle el color a esta tierra. Aquí la minería dejó mucho daño, y lo que estamos haciendo es volver a llenar de verde estos paisajes”, afirmó Germán Arrieta Alarcón, presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda Naranjal y vocero del grupo de aprendices.
La formación técnica ha permitido que quienes antes cultivaban saberes empíricos, hoy manejen conceptos profesionales aplicables a su entorno. Una de las historias más significativas es la de Carmen Luisa de Diego Bermúdez, apicultora y aprendiz, quien relata con entusiasmo cómo este proceso transformó también su vida personal.
“Al principio me daba miedo preparar el sustrato porque pensaba que podía dañar las plantas. Pero me esforcé, aprendí, y hoy soy la que más domina esa parte. Este técnico es clave, porque además de cuidar el medio ambiente, ayuda a nuestra apicultura. Si hay árboles, hay alimento para las abejas y hay miel”.
El vivero fue instalado en un terreno de la asociación Asopisnar, de la cual hacen parte los aprendices. Desde allí, cada semana se reúnen a preparar sustratos, llenar bolsas, trasplantar y clasificar especies, todo con una rigurosidad que ya les ha permitido comercializar plántulas a la empresa Soma Gold, una operadora minera que hoy también apuesta por la restauración ambiental.
El aporte de aliados ha sido fundamental. El SENA entregó capital semilla en herramientas, material e insumos técnicos, mientras que la empresa minera contribuyó con abonos, cascarilla, arena y otros elementos esenciales para la producción. Este respaldo permitió que los aprendices no solo aprendieran, sino que emprendieran.
“Este proyecto no es solo del SENA o de la comunidad, es de todos. Estamos convencidos de que el conocimiento técnico tiene que llegar al campo y CampeSENA nos lo está permitiendo, eliminando brechas sociales, para así dignificar la labor de nuestros campesinos” expresó, Edwin Manuel Llorente, subdirector (e) del CFMA.
‘Coloreando a Colombia’ no sólo siembra árboles. También siembra esperanza, propósito y comunidad. Donde alguna vez hubo explotación, hoy brota la posibilidad de un futuro distinto. Uno que florece con raíces campesinas, manos trabajadoras y saberes que transforman.
Cada semilla sembrada es parte del compromiso de esta comunidad con la restauración ambiental y el cuidado del territorio.