Suena el despertador, son las 5 de la mañana. “Ya es hora, levántate”, le dice Merling Marañón Ramírez a su esposo. Luego sale de la habitación y hace lo mismo con sus dos hijos; allí la tarea es más complicada, pero después de varios intentos logra su cometido.
Faltando un cuarto para las 6 todos están listos, luego de haber cumplido su rol como madre y esposa en la primera parte del día.
“La tarea se torna un poco más difícil cuando llego a la calle a hacer mi trabajo”, dice la mujer de 35 años que tiene la titánica tarea de dirigir a centenares de peatones y conductores que diariamente recorren, a bordo de sus autos, las calles de Barranquilla.
Merling –quien vive en el barrio La Inmaculada, en Soledad (Atlántico)– hace parte del grupo de 325 orientadores de tránsito de la Secretaría de Movilidad de Barranquilla y que se forman en el Centro Industrial y de Aviación del SENA con el propósito de fortalecer su labor para ofrecer a la ciudadanía una mejor movilidad en las vías, sobre todo en las horas de mayor afluencia vehicular en la ciudad
Los orientadores trabajan por turnos; su función principal es apoyar la labor de la Policía de Tránsito de la ciudad y contribuir a una mejor movilidad en las diferentes intersecciones viales.
‘Orientador de las normas de tránsito y transporte para los usuarios en las vías’, es la formación impartida por la Entidad a este grupo de facilitadores y que incluye aprendizaje en las áreas de Servicio al Cliente, Salud Ocupacional, Normas de Tránsito y Manejo Defensivo de Vehículos Automotores.
“Gracias a la formación que recibo he aprendido nuevas señales de tránsito, así como prevenir accidentes laborales y brindar un mejor trato a los ciudadanos”, reconoce Marañón, quien lleva puesta una gorra, camisa mangalarga, pantalón, chaleco reflectivo y botas.
Merling se ubica todos los días en la calle 82 con carrera 49C, al norte de la ciudad, desde las 6:30 de la mañana y hasta la 1:00 de la tarde. Ella se llena todos los días de paciencia y fortaleza, pues su trabajo a veces se torna complicado con los usuarios que no respetan las normas.
“Muchas personas piensan que este tipo de trabajo solo lo pueden hacer los hombres, pero yo creo que también tenemos las mismas capacidades y, con todo lo que he aprendido, estaré siempre dispuesta a enfrentar mi labor”, afirma convencida de sus palabras.
Por su parte, la directora del SENA en el Atlántico, Jacqueline Rojas Solano, manifiesta que “de la mano de la Alcaldía de Barranquilla buscamos seguir fortaleciendo la cultura ciudadana y la educación vial. A través de nuestra formación, el talento humano adquiere los conocimientos específicos como demarcaciones de tránsito, seguridad y salud en actividades laborales, todo acorde a las necesidades y según la normatividad vigente”.
Los orientadores, como Merling, trabajan por turnos; su función principal es apoyar la labor de la Policía de Tránsito de la ciudad y contribuir a una mejor movilidad en las diferentes intersecciones viales, sirviendo como guías de los usuarios de las vías, en especial en los puntos críticos.
De esta manera, aportan con su trabajo a la disminución de los índices de accidentalidad en las calles.
“Para nosotros es importante que el personal se encuentre capacitado; por eso llegamos al SENA, donde han diseñado especialmente la formación para todo el talento humano que nos apoya en la vías. Con este tipo de iniciativas seguimos construyendo la capital de vida que queremos”, aseveró Fernando Isaza, secretario distrital de movilidad en Barranquilla.
Según cifras del Informe Policial de Accidentes de Tránsito (IPAT) de la Secretaría de Movilidad de la ciudad, en la capital de Atlántico ocurrieron 1.967 accidentes de tránsito entre enero y abril de 2016; de estos, 1.776 representaron solo daños físicos en los vehículos, 184 personas heridas y siete víctimas fatales.
El número de accidentes que reportaron heridos disminuyó en 22 por ciento frente al mismo periodo del año anterior.