Imponente, elegante, con el desparpajo que la caracteriza y una excesiva actitud de servicio recibe en su oficina a los visitantes; siempre con una sonrisa en su rostro y un discurso en el que desborda la pasión por su oficio.
Se trata de Xiomara Ramírez Fernández, una egresada SENA que supo aprovechar las oportunidades que el destino le trazó. Nació el 25 de septiembre de 1965 en el municipio de Fundación (Magdalena), pero fue en Planeta Rica (Córdoba), como ella misma lo menciona, que “me formé, creció mi espíritu y está mi corazón”; solo tenía seis meses de nacida cuando sus padres decidieron iniciar una nueva vida familiar en este lugar.
Es la segunda de cuatro hermanos, tres mujeres y un varón. Desde niña vio en sus padres el ejemplo de estudiar y trabajar para sostener a la familia. Su madre, Doña Olga, fue maestra y secretaria del colegio José Hilario López; su padre, el señor Luis Enrique, trabajó en juzgados, fue electricista, vendedor, perito y secretario del Concejo Municipal de Planeta Rica, y a los cincuenta y dos años se graduó como administrador de empresas.
“Mi niñez estuvo marcada por la humildad y el arduo trabajo de mis padres; ellos nos dieron amor, principios y valores, los cuales siempre han prevalecido”, expresa con orgullo.
Con mucho orgullo, cada vez que puede, Xiomara habla de la que es la entidad más querida por los colombianos, la busca, y gestiona alianzas para capacitar a los comerciantes.
Xiomara estudió su primaria en los colegio Albergue Infantil y Nuestra Señora de la Candelaria y culminó el bachillerato en el Colegio Cooperativo San Isidro. En 1984, al terminar la secundaria no sabía si ser azafata o policía, estaba indecisa, pero finalmente fue la situación económica la que la hizo desistir de ambas opciones.
Quedó cesante un año, en el cual ayudó a su madre en las labores de la casa hasta que se le presentó la oportunidad de trabajar durante cuatro meses como digitadora en el Censo de población que en 1985 se realizó en Colombia.
Su padre tuvo la iniciativa que estudiara en el SENA, porque veía la oportunidad perfecta para que su hija se formara de manera gratuita y en Montería —ubicada a una hora Planeta Rica—.
“La verdad no me gustaba Montería para estudiar, siempre quise otra ciudad, pero no tuve otra opción, así que dejé que mi papá hiciera todas mis vueltas de ingreso en el SENA”, cuenta Xiomara.
Con actitud negativa, rebelde y en su rol de adolescente, hizo el examen de admisión de manera presencial en la Regional Córdoba de esta Entidad; pese a su inmenso deseo de no pasar llegó a su casa un telegrama que decía: “usted ha sido admitida por el SENA para el programa Secretariado Auxiliar Contable”.
Y así fue que inició su formación en febrero de 1986. Viajaba todos los días de Planeta Rica a Montería y viceversa, hasta que pudo alojarse en la casa de un tío que vivía cerca a las instalaciones del SENA para poder ahorrarse el dinero de los pasajes.
En ese entonces tenía 19 años, y en su curso solo había mujeres que debían tener una presentación impecable: usaban zapatos con medias y faldas largas con bolsillos bordados.
“Xiomi siempre fue muy comprometida, inquieta, participativa y extrovertida, era preguntona y le gustaba colaborar en todas las actividades que se realizaban”, recuerda la exinstructora, y ahora pensionada, Iris zapata.
Poco a poco Xiomara fue enamorándose del Secretariado Auxiliar Contable, los módulos que más le gustaban eran los de recepción, mecanografía, taquigrafía, ética y lenguaje profesional. Con sus ansias de superación, estudiaba de manera paralela Secretariado General, hasta llegar a cursar por las noches el Técnico Profesional en Secretariado.
UN PASO DECISIVO
Debido a su buen rendimiento académico, disciplina y disposición, los instructores siempre recomendaban a Xiomara para que apoyara los procesos administrativos del SENA, cuando así eran requeridos. En muchas ocasiones hizo vacaciones y licencias de algunas secretarias de planta de la regional, logrando aceptación entre los funcionarios administrativos.
Al momento de realizar su etapa productiva, se le presentó la oportunidad de hacerlas en la oficina del Programa para la Población Urbana del SENA y a la vez también la escogieron para trabajar en Caterpillar, en Cali (Valle del Cauca). Su decisión, motivada por las facilidades económicas y el amor por la institución que la formó, fue la de quedarse en Montería e iniciar su vida laboral cerca a los suyos.
Xiomara recuerda con mucha lucidez que en el año 1987 inició su labor en el SENA: “Se me transformó la vida, tenía 26 años y ya estaba cumpliendo mis sueños, fui secretaria de distintas oficinas y continué capacitándome porque quería más”, afirma.
Fue secretaria, vicepresidenta y presidenta de la Cámara Junior de Colombia, capítulo Montería, cuya labor era trabajar por las comunidades, los profesionales y crear semilleros de líderes.
Su liderazgo siempre predominó, tanto es así, que junto a otras secretarias de distintas regionales del país, conformó la Asociación de Secretarias de la Costa Caribe (Adesena) que velaba por los intereses de las secretarias en materia de educación, dotación, encuentros de integración y deportivos.
Así mismo, fue secretaria, vicepresidenta y presidenta de la Cámara Junior de Colombia, capítulo Montería, la que estaba integrada por profesionales de distintas disciplinas y su labor era trabajar por las comunidades, los profesionales y crear semilleros de líderes.
En 1993 se casó por lo civil, con Alberto Lozano Abad, oriundo de Planeta Rica, también egresado SENA en Auxiliar de Contabilidad, de esta unión nació en 1999, su único hijo Luis Alberto Lozano Ramírez .
Luego de sus 15 años en el SENA, cinco de contratista y diez como funcionaria de planta, por cosas del destino y situaciones de la vida, el 26 de abril de 2004, dejó la Entidad. Debido a su papel desempeñado como secretaria de la Dirección Regional, pudo conocer a muchos representantes de los gremios de Córdoba, de esta manera, llegó hacer parte de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco) - Seccional Córdoba.
Fue así, que el 21 de agosto de 2004, Xiomara ingresó a la Federación como Asistente de la Dirección Ejecutiva, con todas las ganas de apoyar las iniciativas para fortalecer el gremio de los comerciantes de Córdoba. Luego fue ascendida a Directora Comercial, área en la que trabajó en la parte de afiliación, eventos y relacionamiento gremial.
Con su liderazgo llegaron los equilibrios presupuestales y se alcanzaron los objetivos propuestos en el gremio y con esto, se consolidaron momentos decisivos, que permitieron que la Junta Directiva de Fenalco nombrara a Xiomara en 2007 como Directora Ejecutiva encargada y posteriormente en propiedad.
“El sector de comercio y servicios en nuestro departamento ha tenido muchos altibajos; en Montería hay sectores más dinámicos que otros, en la medida se trabaja, se dan capacitaciones y se generan proyectos a través de mesas sectoriales para dinamizar los sectores”, enfatiza Ramirez Fernández.
Y como lo dice el adagio popular: “El buen hijo siempre vuelve a casa”. Con mucho orgullo, cada vez que puede, Xiomara habla del SENA, lo busca, y gestiona alianzas para capacitar a los comerciantes.