A 40 minutos del casco urbano de Buenaventura, en la Vereda Unión Santa Helena, del corregimiento de Córdoba, 11 familias vivían de la tala de árboles de un bosque tropical, práctica que dañaba el ecosistema y generaba pocos recursos económicos, por lo que SENA Emprende Rural cambió su perspectiva y les ayudó a crear un proceso de ecoturismo sostenible.

"A partir del 2018 comenzamos un trabajo de concientización y apoyo para que ellos reconocieran toda la riqueza que los rodeaba y se vincularan a un programa de actividades turísticas en espacios naturales. Desarrollamos formaciones en Guianza Turística, Manipulación de Alimentos, Emprendimiento, Artesanías, Servicio al Cliente, Asesoría Comercial, entre otras" expresó Tibisay Hernandez Medina, instructora de Turismo del Centro Náutico Pesquero, CNP-Buenaventura.

Sendero Venado Verde es el nombre de esta iniciativa comunitaria ubicada en un lugar privilegiado, bañado por aguas dulces y cristalinas de un río, tres cascadas de más de 30 metros de alto, piscinas naturales, vegetación exuberante y mucha riqueza en flora y fauna endémica. El paradisiaco lugar ha llamado la atención de biólogos de diferentes universidades del país, así como de fotógrafos de revistas internacional como Nacional Geografic.

"Ahora más que nunca sabemos la importancia de cuidar nuestro territorio y de todos depende que las próximas generaciones lo puedan disfrutar. Como comunidad nos hemos apropiado de este lugar y buscamos que la Alcaldía lo declare zona protegida", expresó Juan Andrés Delgado Angulo, presidente de la Asociación Comunitaria Ecológica Venado Verde.

Entre los servicios que se ofrecen allí a personas y grupos están: Un pasadía por el sendero, el acceso a las tres cascadas, el avistamiento de aves (con más de 120 especies identificadas), un delicioso plato de comida tradicional del Pacífico y finalmente un recordatorio, hecho a mano con los recursos que da el entorno. Próximamente estará el servicio de hospedaje en la cabaña comunitaria que está en construcción.  

"En esta comunidad las mujeres y los jóvenes también tienen hacen su aporte. En los tiempos libres realizamos artesanías de instrumentos del Pacífico con material reutilizable como la concha de coco, el pino o el bambú. De esta manera generamos ingresos", explicó Sandra Patricia Bonilla García, integrante de la Asociación de Artesanos de Santa Helena.

Con la llegada del SENA al lugar también se creó una mesa interinstitucional con otros actores como la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca, que apoyó con el levantamiento de información y organización del sendero y la Universidad del Pacífico, que aportó biólogos para trabajar en la caracterización de la fauna y flora del lugar y garantizar la continuidad del proyecto.