Más de 200 agricultores que conforman la asociación Asociación de Productores Agroforestales del Centro de Bolívar para los Negocios Inclusivos se aventuran en la extracción para posterior comercialización de la apitoxina (veneno de las abejas) como una manera de diversificar la producción derivada de la cría de estos insectos.
La variedad de compuestos químicos de la apitoxina le otorgan propiedades analgésicas, antinflamatorias, regeneradora celular y la convierten en un cotizado componente para terapias alternativas.
Desde hace más de cuatro años, 35 familias de los Montes de María, que hacen parte de la asociación, engranan esfuerzos y gracias a la capacitación del programa SENA Emprende Rural (SER) son emprendedores en producción de miel, polen y subproductos.
“Hoy no sólo abastecemos a reconocidos proveedores de empresas mieleras de la región, sino que también incursionamos en un producto que antes no se había trabajado por acá y que tiene grandes bondades medicinales, como es la apitoxina”, aseguró Zenelia Paredes Barreto, representante legal de la asociación.
35 familias de los Montes de María engranan esfuerzos y gracias a la capacitación del programa SENA Emprende Rural (SER) son emprendedores en producción de miel, polen y subproductos.
Gracias a su variedad de compuestos químicos que le otorgan propiedades analgésicas, antinflamatorias, regeneradora celular, la convierten en un cotizado componente para terapias alternativas en casos de reumatismo, artritis, esclerosis, control de células cancerígenas, insuficiencia del sistema inmunológico, entre otros.
“Recientemente la Universidad Autónoma de México publicó una investigación en la cual se utilizó esta toxina contra el VIH/SIDA; los resultados fueron exitosos”, expresó William Ojeda, médico veterinario, zootecnista y apoyo técnico de la asociación por medio del Centro Agroempresarial Minero de la Regional Bolívar del SENA.
Y es que la investigación evidenció la destrucción de las capsulas virales de este trastorno. De allí la importancia de que campesinos bolivarenses puedan contribuir con el bienestar de muchas personas desde los productos de sus colmenas.
Según la Organización de la Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), los cinco mayores fabricantes de productos de colmena en el mundo son China, Estados Unidos, Unión Europea, Argentina y Turquía.
En cuanto a miel, Colombia tiene una balanza comercial negativa. Además de poseer bajos niveles de consumo y producción, su comercio se dedica prácticamente a la importación del producto para suplir la demanda interna.
Con respecto a las exportaciones, nuestro país ocupa el puesto 78 de participación en el comercio mundial.
Por las anteriores razones, la apitoxina representa una alternativa positiva en un mercado poco explorado y de gran crecimiento.
“La producción de esta toxina es controlada por organizaciones internacionales que exigen trabajar con protocolos, de allí la importancia de la calidad del producto. Actualmente el precio varía entre 50 y 100 dólares el gramo”, declaró a la Agencia de noticias Quadratín, Carlos Litwin, ingeniero con 30 años en el tratamiento con apitoxina.
Los productores se encuentran a la espera de estudios realizados por laboratorios especializados a los muestras de las dos primeras extracciones para iniciar con su proceso de comercialización con la ayuda de los gestores de emprendimiento de la entidad más querida por los colombianos.