​El SENA ofrece un horario especial de 10:00 de la noche a 6:00 de la mañana a aquellos que quieren formarse y tienen otras ocupaciones durante el día. En Bogotá, esta oferta inició en el 2004 con seis programas de formación técnica en temas como secretariado, administración de recurso humano y CAP archivística, entre otros. 

El director general del SENA, Carlos Mario Estrada, participó en la celebración de los 15 años de jornada madrugada y dijo “Felicito, reconozco y admiro el esfuerzo de los aprendices e instructores de esta exigente jornada educativa, la cual exige disciplina, sacrificio y método de trabajo para finalizar exitosamente sus estudios”.

Actualmente el Centro de Gestión Administrativa de Bogotá ofrece a todos los ciudadanos la jornada de madrugada en cuatro programas de formación de nivel técnico y cuatro de nivel tecnológico, que cuentan con un equipo de 30 instructores y benefician a más de mil 100 aprendices al año. 

Los estudiantes que se forman en la jornada de madrugada tienen clase presencial tres días a la semana y clase virtual dos días. Esta modalidad ha permitido la certificación de más de 12 mil aprendices del Centro de Gestión Administrativa en programas técnicos y tecnológicos de Ciencias Administrativas y de Información. 

Waine Antony Triana Albis, subdirector del Centro de Gestión Administrativa, expresó “Con esta jornada pensamos en el futuro del desarrollo productivo y afrontamos los nuevos retos de la 4ta revolución industrial, empezamos a parecernos a ciudades del primer mundo, donde se trabaja 24 horas, aquí hemos aplicado una cultura laboral en la que mientras unos duermen, otros trabajamos”.

En medio de la celebración, también se destacó el trabajo de la coordinadora de la jornada madrugada, Elena Molano y se condecoró al instructor de valores, Leonidas Zea Chica, por su compromiso y permanencia en este horario. 

Un reto que valió la pena aceptar 

Leonidas Zea Chica es bogotano y administrador de empresas, en el 2014 se presentó para ser parte de la familia SENA y lo logró, al iniciar sus labores le informaron que su función de instructor la desempeñaría en la jornada madrugada, en ese momento asumió su cargo como un reto y él, junto a otros cinco instructores, empezaron a formar a 164 aprendices. 

“Las condiciones no eran las mejores, no contábamos con muchos recursos en esos horarios, pero el compromiso y amor lo soportaba. Año tras año nos convertimos en una familia, admiramos cada deseo de las personas por superarse y salir a delante, sus esfuerzos fueron la inspiración para no desistir” agregó el instructor. 

“Los horarios y condiciones no eran el único reto, el estilo de impartir la formación era aún más exigente, nos dimos cuenta que debíamos implementar una formación más activa de lo habitual, debemos mantener la atención de los aprendices para así ganarle la partida al sueño”, comentó Leonidas Zea.