​Rodolfo José Restrepo Rangel empezó a ‘cocinar’ de forma empírica su sueño de ser un gran chef desde que era muy joven. Primero, le añadió sabor con un poco de emprendimiento, pues preparaba y vendía picadas y postres por encargo que también ofrecía puerta a puerta. 

Y confiesa que el ingrediente principal de su receta para hacerse un lugar en el mundo de la gastronomía fue a través de la formación técnica del SENA, la misma que le permite en la actualidad realizar una pasantía en el exterior. 

“Trabajé como ayudante de albañilería para llevar el sustento a mi casa, pero quería dedicarme a mi pasión. Así que me puse a hacer deditos y postres para venderlos; además hice un curso corto de cocina, el cual me dio la oportunidad de trabajar en un restaurante”, comenta el aprendiz. 

“Me di cuenta que necesitaba más conocimientos, así que ingresé a estudiar Técnico en Cocina en el SENA, una de las mejores entidades que hay en Colombia”, apunta el estudiante del Centro de Comercio y Servicios de la regional Atlántico de la entidad. 

Gracias a las habilidades desarrolladas y sus competencias técnicas, fue escogido como uno de los tres aprendices del SENA en Atlántico –y uno de los 19 colombianos– para realizar prácticas en establecimientos de excelencia como hoteles y restaurantes de primer nivel en Francia. 

Esta movilidad internacional se debe a una alianza entre el SENA y Gastronomie France, organización sin ánimo de lucro avalada por el gobierno francés, que busca promover la movilidad de latinos en el continente europeo. 

Es así como en el reconocido restaurante del hotel Alpen Ruitor, en la región de los Alpes franceses, Restrepo Rangel aprende sobre cocina francesa e italiana. “Siento que estoy dando la talla, que el nivel de ellos no es tan distante de la cocina que hacemos en Colombia”. 

“Esto era lo que estaba esperando después de tantos sacrificios y el impulso fue el SENA, que cambió mi vida totalmente. Esta es una entidad de muchas oportunidades que uno puede aprovechar haciendo las cosas con ganas y amor”, expresó. 

Para Jacqueline Rojas Solano, directora del SENA Regional Atlántico, es muy importante que la entidad esté al tanto de las buenas prácticas y los avances de diferentes países y sus sectores productivos. 

“Nos interesa realizar alianzas con las mejores entidades del mundo, para fortalecer nuestros procesos de formación y que éstos cuenten con altos estándares internacionales. Nuestro objetivo es que los jóvenes amplíen sus posibilidades de emprender o conseguir un empleo”, indicó la funcionaria. 

Otro de los beneficiarios es Johnatan Ruíz Pérez, quien como trabajador de un restaurante en Barranquilla, pasó de cocinar filete de róbalo al ajillo a tartiflette un plato típico de Les Menuires (Francia), una receta que se realiza a base de queso reblochon, papas cocidas, cebolla y vino, entre otros ingredientes. 

“Durante mi formación SENA, una empresa me patrocinó por lo que trabajaba y estudiaba al mismo tiempo”, aseguró Ruíz Pérez, aprendiz de Técnico en Cocina, quien hace su pasantía en el hotel cinco estrellas L’Ours Blanc, cuyo restaurante el año pasado consiguió una estrella Michelin. 

“Hoy estoy internacionalizando mi conocimiento y todo es gracias a esta entidad que me ha formado integralmente para este mundo tan competitivo, para ser una persona con visión y llevar a cabo mi trabajo, desde el ser y saber hacer”, finalizó el pasante. 

Otro de los aprendices que realiza pasantías en el exterior es Christian José Caro, oriundo de Santa Bárbara de Pinto (Magdalena), quien se enamoró de la cocina gracias a su mamá, propietaria de un restaurante. Hoy realiza sus prácticas en el área de carnes en el restaurante Chartron en Drôme. 

A esta delegación que realiza sus pasantías en Francia, se suman aprendices de otras regionales SENA como Distrito Capital, Antioquia y Valle, quienes están ubicados en restaurantes de Bretagne, Strasbourg, Valthorens y Megéve, entre otras zonas del país galo, aprendiendo sobre gastronomía europea e internacional.