Para Eliodoro Alfonso Muñoz, de la empresa Jónico, el SENA es el apoyo para el talento humano del sector de la construcción: “El trabajador sabe que cuando se certifica se abren nuevas oportunidades, se le da valor a lo que hace y fortalece su autoestima”.
Los beneficios que obtiene el aparato productivo se refleja en el talento humano cualificado logrando un incremento en la productividad y un alto nivel de diferenciación y competitividad en su sector, mientras que el trabajador certificado logra una mejor inclusión laboral, puede identificar sus potencialidades y debilidades para mejorar su perfil ocupacional, a la vez que le facilita la búsqueda de oportunidades laborales.
Las normas certificadas para los sectores de agro, construcción y servicios son, respectivamente: ‘Aplicar plaguicida según instrucción técnica e indicaciones del fabricante’, ‘Replantear los diseños de acuerdo con planos y especificaciones técnicas de construcción’ y ‘Facilitar el servicio a los clientes de acuerdo con las políticas de la organización’.
“Los sectores beneficiados en estas tres jornadas de certificación son transversales a la economía de esta zona del departamento, tanto la construcción de vivienda, el renglón de los servicios y sector agrícola, no solo generan desarrollo para la región, una mejor calidad de vida para los habitantes de nuestro departamento”, manifestó el director del SENA en Cundinamarca, Gustavo Adolfo Araque.
En lo corrido del año se han evaluado en Cundinamarca 19.123 personas de sectores como el agro, servicios, transportes, salud, construcción, pecuario, entre otros. Se han impactado 70 municipios de la cobertura de seis centros de formación y 25 subsedes en todo el departamento.
De acuerdo a cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), el número de personas ocupadas en la construcción en 2016 es de 1,33 millones, siendo Cundinamarca uno de los departamentos con mayor repunte, al lado de Bolívar, Antioquia y Tolima. Por su parte el sector agrícola con su producto bandera, el café, presenta una producción en este año que podría llegar a los 14,5 millones de sacos, una de las más altas de historia según Federación Nacional de Cafeteros, mientras que el sector servicios fue uno de los que más jalonó el empleo en octubre situándose en el país en el 8,5 por ciento.