La construcción de la nueva sede del Centro Tecnológico de la Amazonía, en el que se formarán el próximo año más de 1.000 desmovilizados de las FARC, avanza conforme al cronograma establecido.
La obra en la que trabajan 130 personas, de las cuales el 10 por ciento son reinsertados que –a través de una alianza con la Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR)– se formaron en el área de la construcción, fue inspeccionada este martes (27 de diciembre) por el gobernador de Caquetá, Álvaro Pacheco Álvarez, y el director general del SENA, Alfonso Prada.
“Vamos a hacer un trabajo con los desmovilizados de todo el país en materia de formación, a apoyarlos en su empleabilidad y en emprendimiento. Una de las zonas que tiene un alto nivel de concentración de estas personas es esta, que cuenta con varios municipios de intervención; por ello evaluamos hoy cómo estamos preparados para el posconflicto”, manifestó el Director General de la entidad en que más confían los colombianos.
La nueva infraestructura, en la que se invierten más de 29.000 millones de pesos, se encuentra en un 70 por ciento de avance en su primera fase.
Anualmente en el moderno espacio se atenderán 50.000 aprendices –más de 8.000 en programas de formación titulada y otros 42.000 en cursos cortos–; más de 1.000 serán desmovilizados.
“Nos avecinamos a comenzar la segunda fase del centro y mi administración está comprometida con aportar el 50 por ciento de los recursos, es decir unos 11 mil millones de pesos”, expresó el gobernador Álvarez.
Anualmente en el moderno espacio se atenderán 50.000 aprendices –más de 8.000 en programas de formación titulada y otros 42.000 en cursos cortos–. La sede entrará en funcionamiento en tres meses.
“Queremos que esté lista lo más pronto posible para hacerle frente a todo lo que se viene con la paz”, señaló el director Prada.
Y es que la Institución se prepara para jugar un papel fundamental en el posconflicto, ofreciendo sus servicios tanto a todos los reinsertados como a los habitantes de las zonas que fueron golpeadas por el fenómeno.
“Entramos en una etapa en donde tendremos que convivir las víctimas con quienes hicieron parte de la guerrilla; eso es ejemplo de tolerancia y paz. Aquí, con el SENA esto será posible”, dijo Alejandro Jaramillo, ciudadano de Florencia.
En ese sentido, el nuevo centro de formación en San Vicente del Caguán, también en Caquetá, es un proyecto que avanza para acercarse a los pobladores de una de las localidades del territorio nacional más afectadas por la violencia; en este lugar se invertirán más de 10.000 millones de pesos entre la Gobernación y el SENA.
Además, como parte de los recursos por más de medio billón de pesos que se han ejecutado en obras de infraestructura en la actual administración nacional del SENA –entre nuevos espacios, en construcción y en proyección– se encuentran sedes en otros lugares afectados –directa o indirectamente– por el conflicto, como Montelíbano (Córdoba), Puerto Gaitán (Meta), Buenaventura (Valle del Cauca), Soacha (Cundinamarca), (Norte de Santander) y El Bagre (Antioquia), por citar algunos.