Cerca de 300 niños indígenas de la Escuela Etno-Educativa Jarijinamana, ubicada en el área rural de la capital de La Guajira, se benefician de un sistema de generación de energía solar fotovoltaica, instalado por aprendices SENA de los programas de Soldadura y Electricidad Industrial.
Con la instalación de estos equipos energéticos, los profesores mejorarán las condiciones educativas y fortalecerán los conocimientos en Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), ya que antes la institución no contaba con servicio de energía.
"Instalamos cinco paneles de 100 Voltios, un aerogenerador de 400, un sistema fotovoltaico eólico, con una batería que le permitirá tener ocho horas de energía para computadores y bombillos", aseguró Elquin Mejía, instructor de Energías Fotovoltaicas.
Los equipos que hacen parte del sistema se entregaron en comodato a la escuela, escenario que sirve a los aprendices para el desarrollo de sus prácticas. fotovoltaico
Se trata de un proyecto piloto que medirá el impacto social y tecnológico de esta tecnología. En La Guajira el 50% de las instituciones etno-educativas no cuentan con fluido eléctrico, lo cual implica que aproximadamente 28.172 de población en edad escolar no acceda a una formación pertinente y de calidad.
Los equipos que hacen parte del sistema se entregaron en comodato a la escuela, escenario que sirve a los aprendices para el desarrollo de sus prácticas.
"Es importante tener acceso a estos equipos en un contexto real, así podremos practicar con mantenimientos correctivos, pruebas, mediciones y diagnósticos", comentó Carlos Camilo López, aprendiz del Centro Industrial y de Energías Alternativas.
En este departamento, el SENA ha participado en dos proyectos más de generación de energía eléctrica de gran impacto. Uno es el emblemático Parque Eólico Jepirachi, implementado por Empresas Públicas de Medellín (EPM) en la región de Media Luna, en el municipio de Uribia; el otro es el proyecto piloto de poligeneración eólica, construido en Nazareth, en la Alta Guajira.