Yo vivía en el campo, pero con tanta violencia que hubo nos tocó desplazarnos ya que a mi esposo lo amenazaron. Él estaba recogiendo el frijol con los trabajadores y le tocó salir a pie limpio y todo por miedo a que le hicieran algo. ¡No ve que habían matado al vecino ahí en la finca!”, a sus 60 años, Luz Elena Castaño recuerda este duro momento que vivió al lado de su familia.
Han pasado 10 años desde que tuvieron que desplazarse del municipio de Granada a El Santuario, una historia que se repitió para cientos de familias del oriente antioqueño a causa de los enfrentamientos entre grupos guerrilleros y paramilitares. Un conflicto ajeno a ellos que los obligó a dejar sus tierras, su economía, su sustento diario por buscar refugio en lugares donde, por la misma problemática, escaseaban las oportunidades.
El oriente, conformado por 23 municipios, ha sido una de las subregiones más golpeadas por la violencia.
Según la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas, de 2002 a lo que va corrido del año, se han desplazado 219.205 personas; esto ha contribuido, en gran medida, a que Antioquia sea el departamento del país donde más se ha evidenciado el desplazamiento forzado.
Una problemática que en Colombia, indica el informe de la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento - Codhes, entre 1985 y 2012 dejó sin hogar a 5.701.996 víctimas.
Aromas del Campo, es el resultado del apoyo del SENA, aquí hemos conocido cómo se cultivan y transforman las plantas en todos los productos que ya sabemos hacer”
Como doña Luz Elena, Luz Mira Blandón también llegó a El Santuario huyéndole a la violencia, ya que en plena época decembrina le mataron a sus tres hermanos en el municipio de Cocorná. Pero estas dos valientes mujeres no sólo tienen en común una historia marcada por el conflicto armado que tanto daño le ha hecho al país, y del cual poco a poco se ha ido recuperando, ellas son unas emprendedoras que de la mano del SENA han logrado salir adelante
“El SENA es una de las entidades que hacen parte del Sistema Nacional de Atención Integral a la Población Desplazada, con ellos hemos avanzado mucho en todo el tema de capacitación para estas personas, y lo más importante, con una orientación especial ya que tenemos que ser coherentes con la vocación de las víctimas, por ejemplo que se especialicen para trabajar en sus cultivos”, afirmó Jorge Mario Álzate, director territorial para Antioquia de la Unidad para las Víctimas.
El funcionario agregó que al oriente antioqueño han retornado cerca de 8 mil familias, por lo que la presencia del SENA en esta subregión es de gran importancia para el trabajo que se realiza tanto con desplazados como con las víctimas que ya están siendo reparadas.
La Regional Antioquia del SENA, a septiembre de 2013, ha formado a 165.573 aprendices pertenecientes a población vulnerable, de los cuales 11.431 fueron capacitados a través del Centro de la Innovación la Agroindustria y el Turismo, ubicado en la subregión del oriente.
Una línea de Champú para mascotas, gel adelgazante, desodorantes, ambientadores y jabones, hacen parte de los productos que elaboran.
“A mí me dijeron cuando ya me había desplazado: Luz Mira ¿usted quiere estudiar plantas naturales y medicinales para que aprenda hacer champú, jabones y cremas? y yo dije que sí, que a mí me gustaban esas oportunidades, entonces entré a estudiar con el SENA”
“Al tiempo de haber llegado a El Santuario me conocí con las que estaban estudiando en el SENA, entonces comencé la formación y he aprendido mucho todo lo relacionado a la transformación de las plantas. Además, porque con lo que aprendimos conformamos esta empresa que nos ha servido a todos”, con estas palabras que salen tímidamente de su boca, doña Luz Elena comienza a narrar un nuevo capítulo en la historia de las 34 personas que hacen parte de la Asociación de Productos Naturales Aromas del Campo.
Aromas del Campo: una empresa dedicada a la transformación de plantas aromáticas y medicinales
Esta asociación, integrada en su mayoría por población desplazada, mujeres cabeza de familia, jóvenes vulnerables y líderes comunitarios, surgió en el año 2010 como la unión de seis unidades productivas apoyadas por el programa Jóvenes Rurales Emprendedores del Centro de la Innovación, la Agroindustria y el Turismo del SENA.
Pero el rumbo de estas personas empezó a cambiar desde el año 2006, cuando iniciaron su formación en Cultivo de Plantas Aromáticas y Medicinales. Desde ese momento, el SENA los empezó a incentivar para que conformaran Unidades Productivas dedicadas a esta labor, pero con un valor agregado: la transformación de estas plantas en productos cosméticos naturales y su posterior comercialización.
Colombia es el segundo país del mundo, luego de Brasil, con mayor número de plantas existentes, tiene alrededor de 50.000 especies vegetales conocidas.
Cultivando nuevas esperanzas, con olor a caléndula, romero, manzanilla, eucalipto, entre otras plantas, estos emprendedores vieron en la asociatividad la manera de unir fuerzas, talento y ganas de salir adelante. Es así como estas 34 personas conforman y se vuelven socios de Aromas del Campo, una sola empresa que trabajaría fuertemente en la región para brindar empleo.
Para Mariela Aristizabal, vicepresidente de la empresa y una líder comunitaria que en varias ocasiones acogió en su casa a personas que llegaban desplazadas a la cabecera municipal de El Santuario, “Aromas del Campo es el resultado del apoyo del SENA, aquí hemos conocido cómo se cultivan y transforman las plantas en todos los productos que ya sabemos hacer. Éramos unidades productivas por separado, pero ahora trabajamos unidos por la misma causa”.
“Aromas del Campo tiene cuatro años, aproximadamente, pero con un acompañamiento del SENA desde hace mucho tiempo atrás, no sólo para el cultivo y transformación de estas plantas, sino con los gestores de emprendimiento y empresarismo, se ha logrado que avancen en toda la cadena productiva”, afirmó María Patricia Henao, líder de Jóvenes Rurales Emprendedores del Centro de la Innovación, la Agroindustria y el Turismo.
El resultado de esta formación y asesoría es una empresa legalmente constituida en la que todas estas personas trabajan el cultivo, la transformación y la comercialización. En este tiempo han ido creciendo a tal punto que ya cuentan con 50 productos en las líneas de aseo capilar y corporal; mil metros cuadrados de tierra cultivada entre los asociados; y más 1.200 metros cuadrados de siembra de caléndula y ortiga en un terreno que les prestó la Alcaldía del municipio de El Santuario.
El SENA lanzó AgroSENA, un programa que atenderá a cerca de 100 mil personas al año para buscar el desarrollo y modernización de la agroindustria.
Actualmente, trabajan para obtener el código de barras y registro Invima de algunos productos, pero la tarea ya empezó y tiene unos muy apetecidos por los compradores como la aclaradora de azucena – con la que en 2011 ganaron Antójate de Antioquia, un programa de la Gobernación departamental-, los champú para todo tipo de cabello, el bloqueador facial y un gel relajante llamado Eucalitol, entre otros.
Esperanza Arango, directora económica de la Federación Nacional de Comerciantes, Fenalco Antioquia, afirma que el panorama comercial de este tipo de productos es muy alentador: “Los productos con ingredientes naturales tienen una demanda dinámica en Antioquia, en Colombia y en los mercados internacionales. De hecho, está incluido entre los programas de transformación productiva como una de las actividades de mayor potencial en la generación de divisas y empleos en el país, aprovechando también la riqueza natural con la que contamos y que sirve de materia prima para su manufactura”.
Según un estudio de Propaís -corporación para el desarrollo de las Microempresas- las compras de los hogares colombianos de productos cosméticos y artículos de aseo fueron de 15.008 billones de pesos, al mes de agosto de 2013.
Un negocio rentable
Siendo fiel a su misión de formar para el trabajo, el SENA ha capacitado a todos los socios de Aromas del Campo para que se apropien y beneficien de esta importante actividad económica para el país.
A propósito de la formación pertinente, el SENA lanzó recientemente AgroSENA, un programa que atenderá a cerca de 100 mil personas al año para buscar el desarrollo y modernización de la agroindustria, incrementar la productividad del sector rural y así poder generar mayores oportunidades de empleo.
“AgroSENA refleja el compromiso del Gobierno Nacional para aprovechar el enorme potencial del campo colombiano. El SENA está para hacer ese salto económico a las zonas rurales del país”, dijo la directora general de la Entidad, Gina Parody.
Otro de los objetivos de AgroSENA, es incrementar la productividad del sector rural y así poder generar mayores oportunidades de empleo.
Colombia es el segundo país del mundo, luego de Brasil, con mayor número de plantas existentes, se estima que tiene alrededor de 50.000 especies vegetales conocidas, de las cuales 18.000 son endémicas, según datos de la Entidad de Promoción de Turismo, Inversión y Exportaciones de Colombia – Proexport.
Así mismo, el Programa de Transformación Productiva del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, busca que en 2032, Colombia sea reconocida como líder mundial en la producción y exportación de productos de aseo del hogar y absorbentes de alta calidad con base de ingredientes naturales.
El reto: generar más empleo
“Vender es un poquito complicado porque la gente de entrada le dice a uno que no tiene plata, pero trabajar con los productos de Aromas de Campo ha sido una experiencia muy significativa. Con lo que gano puedo ayudarle a mi mamá y además comprar mis cosas personales”, afirmó Laura Rosso.
Ella es una joven de 28 años y hace parte de las 70 personas a las que la Asociación Aromas del Campo les está proporcionando un empleo indirecto a través de la venta por catálogo, un nuevo modelo de comercialización que han implementado y del que se deriva un Acuerdo de Empleabilidad que recientemente firmaron con el SENA.
Carlos Pachón Botero, profesional de Relaciones Corporativas del Centro de la Innovación, la Agroindustria y el Turismo, aseguró que: “Con Aromas del Campo estamos trabajando, además de la constante formación, en la manera de ayudarlos a dinamizar el empleo en la región. Firmamos recientemente un acuerdo que busca que los 70 empleos sean directos y cualificarlos”.
“Laura es una joven que desde que nació ha sufrido de una enfermedad que le impide caminar bien, por lo que no le dan fácilmente un trabajo y con mucho sacrificio pudo terminar su bachillerato. Pero desde que está en la Asociación se ha superado mucho, se ha instruido y recibe un pago. Ella viene aquí y me ayuda con los trabajos en el computador y otras labores”, comentó, sin dejar de mirar un solo segundo a su hija, Aracely Torres, la secretaria y jefe de producción de Aromas del Campo.
Aracely, otra de las 27 mujeres de la Asociación - los siete restantes son hombres que por sus necesidades también se unieron a la empresa- es una convencida de que con este proyecto muchas personas pueden tener un sustento económico y para eso trabajan y se capacitan.
“Yo soy madre cabeza de familia, también fui desplazada y me tocó empezar de cero porque yo no sabía hacer nada. Fui criada en el campo y con el SENA aprendí hacer todos estos productos. Así empecé a salir adelante: vendiendo puerta a puerta el champú que hacía inicialmente en mi casa. Ahora yo motivo a otras mujeres a que vendan por catálogo”, añadió con una sonrisa de satisfacción.
En un mes, la Asociación comercializa alrededor de 541 productos que se venden por catálogo en ciudades como Barranquilla, Bogotá, Bucaramanga, Cali, Medellín y en pueblos aledaños. “A las mujeres se les ha mejorado la calidad de vida, ellas mismas nos lo han expresado. Muchas de ellas que por su situación de desplazamiento y otros problemas no son muy extrovertidas, han empezado a relacionarse mejor. Esto gracias a las entidades que nos han apoyado incondicionalmente como el SENA, que siempre ha estado ahí”, concluyó Mariela, la vicepresidente de la Asociación.
Uno de los hombres que conforman Aromas del Campo, es precisamente el presidente de esta Asociación, Gustavo Zuluaga, el vocero de un sueño colectivo: “Nos vemos como una empresa nacional con alta proyección internacional que pueda genera más y más empleo”.
Según Fenalco, en el país 1.200.000 personas generan ingresos gracias a la venta por catálogo. Un gran porcentaje son mujeres cabeza de hogar.