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  • Inclusión Social

    El futuro se confecciona

    Juan de Acosta (Atlántico)
    martes, 29 de abril de 2014
    Mujeres en situación de vulnerabilidad se forman, a través del programa Jóvenes Rurales Emprendedores, en diferentes procesos de confecciones. Crónica.
    A través de Jóvenes Rurales Emprendedores, el SENA en esta región ha formado en Confecciones a mujeres pertenecientes a poblaciones vulnerables de 13 municipio
    Sus calles polvorosas,  el calor húmedo y el candente sol, no son impedimento para que 30 mujeres en situación de vulnerabilidad de los corregimientos de San José de Saco y Juan Mina, se formen en confecciones a través del programa Jóvenes Rurales Emprendedores.

    Ellas, inspiradoras de esperanza, ejemplo de persistencia y emprendimiento en la comunidad,  conformaron la primera Asociación de Mujeres Confeccionistas de San José de Saco Musa, con el fin de generar ingresos y disminuir el desempleo y la miseria en el corregimiento.  

    En un corregimiento de Barranquilla, un grupo de mujeres conformaron una unidad productiva sostenible dedicada al ensamble de overoles y uniformes de trabajo.​​​


    San José de Saco es un corregimiento de Juan de Acosta, en el occidente del departamento de Atlántico. Allí, de los menos de 1,500 habitantes, 80 por ciento son de escasos recursos. Por sus calles se percibe el olor a maíz, mientras que a lo lejos se escucha el trote de los asnos y el grito de los arrieros que avivan a estos animales, su principal medio de transporte. 

    “La economía se basa en la agricultura y ganadería, sin embargo, ahora como empresarias de la cadena de valor textil, deseamos crecer, aportar y mejorar la calidad de vida de nuestras familias, también generar desarrollo para el pueblo. Queremos ser ejemplo para la comunidad” aseguró Lourdes Jiménez, una de las mujeres beneficiadas. 

    Las ‘musas’ enhebran sus sueños en el taller de confecciones gestado por Fundes, una organización internacional que apoya las pequeñas empresas, el Departamento para la Prosperidad Social (DPS) y la Agencia Nacional para la Superación de la Pobreza Extrema  (ANSPE).

    “Muchas de nosotras cosíamos en casa de forma empírica y sin los elementos necesarios para realizar la labor; ahora organizadas y con nociones de comercialización podemos tener un sueldo y más estabilidad para nuestras familias”, dijo Arlet Padilla Vargas, del equipo de emprendedoras.

    ‘Gestando futuro’ es el nombre de la primera colección de lencería para el hogar, que será comercializada con el apoyo de diferentes aliados estratégicos en Barranquilla y su área metropolitana; ésto con recursos que superan los 40 millones de pesos representados en maquinaria, materia prima y  elementos de formación.

    TAMBIÉN MANUFACTURAN OPORTUNIDADES

    Esta vez,  en Juan Mina –corregimiento de Barranquilla– y bajo el sol inclemente, mientras se levanta polvo del suelo por caminos de arena, Livis Montenegro se aproxima al lugar en el que potencia sus habilidades; es un taller donde se forma junto a otras 20 mujeres en Confección y Comercialización de Prendas de Vestir. 

    Antes de enhebrar su sueño de ser diseñadora,  Livis llevaba en su rostro la máscara del miedo y la indiferencia. Ella fue una de las 46.177 mujeres víctimas de la violencia y el maltrato intrafamiliar en Colombia durante el año anterior.

    “Cosíamos en casa de forma empírica y sin los elementos necesarios; ahora organizadas y con nociones de comercialización podemos tener un sueldo y más estabilidad”.​​​​​​


    “Muchas veces mi vida estuvo en riesgo; mis hijos vieron todo el maltrato. Fueron más de diez años de soportar, pero reaccioné a tiempo por mi dignidad y la de los niños”, aseguró Livis.

    Remendó su esperanza, se armó de valentía y sin título de jurista, defendió sus derechos y el de sus tres pequeños hijos. Hoy gracias a la formación SENA, al acompañamiento en gestión empresarial y comercial y al apoyo de la Fundación La Cayena, ella y un grupo de mujeres conformaron una unidad productiva sostenible dedicada al ensamble de overoles y uniformes de trabajo.

    En 2013 produjeron 746 prendas para trabajadores, con lo que generaron ingresos de alrededor de 7 millones de pesos. Para 2014 se proyecta que producirán más de 30 millones de pesos.

    “Esta oportunidad me cambio la vida; ahora genero ingresos para el hogar, este apoyo era lo que yo necesitaba para valerme por mi misma”, recalcó Livis.

    ADG/jrg/agf
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