Esta es la historia de cómo una entidad, Municipios Asociados para el Desarrollo del Norte de Antioquia (Madena) y el SENA, están transformando la vida de Manuel, Jesús María, Víctor y 78 familias más, que habitan un paisaje hermoso adornado de verdes montañas, casas campesinas y vacas lecheras, que se difumina con la neblina, producto del frío característico de estos territorios paisas.
En este relato hay un villano, algo irónico pero es lo que genera la dificultad, se trata de la vocación económica del norte de Antioquia conformado por 17 municipios, que producen más de tres millones de litros de leche al día, cerca del 20 por ciento del total nacional, y que genera más de 400 mil empleos en toda la cadena láctea.
"Es complejo cuando la producción se centra solo en la explotación lechera porque desplaza el tema agrícola y de autoabastecimiento; por ejemplo, las frutas y verduras las traen de Medellín y eso es increíble, porque se pueden producir acá. Todo lo desplazó la ganadería", sentencia el director de Madena, Juan David Muñoz Lopera.
"No se trata de ir en contra de la producción láctea; el objetivo es crear otras alternativas a través de invernaderos de producción agrícola": Juan Muñoz, director de Madena.
Para este visionario "no se trata de ir en contra de la producción láctea que genera tantos empleos; el objetivo es crear otras alternativas, diversificar a través de invernaderos y apostarle a la producción agrícola para que garantice la seguridad alimentaria y una venta de excedentes".
"Yo tengo unas vaquitas de ordeño y le dedicaba algo de tiempo a la agricultura; casi todos por aquí hacen lo mismo, otros trabajan en fincas por un jornal, pero en general todo alrededor de la leche, nadie le saca tiempo a sembrar", afirmó Manuel Berrío, un hombre de mediana edad habitante del municipio de Donmatías.
Este campesino de piel curtida por el sol de tierra fría hace parte de los beneficiarios de los 28 invernaderos que está construyendo Madena desde 2013 y de los cuales 14 ya están listos. Son 650 personas las que trabajarán en ellos, y que para su fortalecimiento agrícola se están formando con el SENA en Producción y Comercialización de Hortalizas Orgánicas.
Así, ambas entidades están promoviendo la agricultura y seguridad alimentaria en municipios lecheros como San Pedro, Donmatías, Belmira, Entrerríos, San José de la Montaña y Santa Rosa de Osos, ubicados en esta región antioqueña.
Los recursos para la construcción de estas estructuras que cambiarán la vida y por qué no, la dinámica económica del norte de Antioquia, provienen del fondo regional creado con los dineros que otorga el Sistema General de Regalías de cada uno de los municipios.
Los invernaderos se construyen en lotes donados por las alcaldías o son facilitados por los campesinos de las veredas beneficiadas; solo hay una condición, tener un área mayor a mil metros cuadrados.
Manuel vive en el corregimiento Bellavista ubicado a 18 kilómetros del centro urbano del municipio de Donmatías, allí ya hay invernaderos construidos y entregados, a él le sonó la idea de apostarle a la agricultura y otros 24 compañeros de la Junta de Acción Comunal lo siguieron en esta aventura.
"El campo lo tenemos muy abandonado, hay mucha pereza de trabajar la tierra, pero acá tenemos un problema de seguridad alimentaria y en el corregimiento hay algunas familias con necesidades muy delicadas que están interesadas en el tema", comentó Manuel.
En Bellavista la comunidad está comprometida de lleno con este proyecto y quieren que todos se beneficien, incluso tienen tres personas en condición de discapacidad física y una sorda, ellos participan de las labores como cualquiera de los demás.
"Hace 24 años sufrí un accidente y me dañé la columna por lo que nadie me da trabajo, recibo un subsidio de $110 mil que me da el gobierno. Pero con este proyecto estoy ocupado y entretenido, además de acá vamos a sacar las legumbres para comer, ¿qué es más importante que tener una buena comidita?", cuenta Jesús Mejía, campesino de 63 años que también tiene puesta sus energías en este proyecto de comunidad.
En otro lugar del mismo municipio, en la vereda Las Ánimas que se ubica a 12 Kilómetros del casco urbano, se encuentra Víctor Durán quien también es líder en su comunidad en la que hay cinco juntas de acción comunal. Todas decidieron unirse y halar hacía el mismo lado, por lo que presentaron un proyecto para la construcción de un invernadero y la Gobernación de Antioquia los apoyó con 15 millones de pesos el año pasado, posteriormente Madena le otorgó otros tres.
Los invernaderos se construyen en lotes donados por las alcaldías o son facilitados por los campesinos de las veredas beneficiadas.
Con su acento campesino y propio de las montañas de Antioquia, Víctor expresa que "hace años esto era un zona de producción agrícola, ahora no hay huertas; esto es muy triste, la idea entonces es recuperar la vocación agrícola para que funcione como una actividad productiva real y diferente. Además, contamos con el apoyo del SENA, esa gente sabe mucho, aportan conocimientos y no vienen a improvisar"
Liliana Avendaño es la líder del programa Jóvenes Rurales Emprendedores, pertenece al Centro Tecnológico de Gestión Industrial del SENA, ella junto con los instructores le han puesto todo el empeño a la formación de las comunidades, "esperamos que este proceso se consolide por el bien de todos los habitantes de los municipios. Con ellos se proyecta además, trabajar formación en temas de pos cosecha, transformación, comercialización y mercadeo, de manera que tengan todas las herramientas para pensar en generar unidades productivas y posteriormente empresas".
Si bien el objetivo inicial es la seguridad alimentaria de las familias, la idea es que se llegue a punto tal de producción que los excedentes puedan ser vendidos a los mercados locales con el fin de abastecer los municipios. "El SENA nos apoyó realizando una encuesta de consumo de hortalizas y verduras en cada uno de los municipios, de esta forma sabemos que lo que se va a sembrar tiene una alta demanda", aseguró el director de Madena.
Los 28 invernaderos producirán tomate, lechuga, cebolla, pepino, pimentón, frijol, maíz, zanahoria, arveja, habichuela, brócoli, coliflor, fresas, uchuva, entre otros. Este es el comienzo de una historia que se escribe con la esperanza de la gente de seis municipios del Norte de Antioquia, una historia de trabajo en comunidad que seguramente tendrá un final feliz.