La cita fue en el parque El Pescador de este municipio. Desde las 8 de la mañana fueron llegando las 23 aprendices del Técnico en Peluquería, algunas caminando, otras en mototaxi, lo importante era estar temprano para ultimar los detalles de un desfile de modas en el que la paz y ellas  serían las protagonistas. 

A medio día, los 30 grados de temperatura parecen 60;  todo el trabajo por hacer, el estrés y la tensión aumentan la sensación de calor. Ellas mismas serán las modelos, entre ellas se peinarán y maquillarán. Las 23 son las responsables de mostrar todo lo que han aprendido, lucir hermosas y dejar un mensaje de paz.

El desfile de modas hace parte de un plan de sensibilización de la Policía Nacional denominado Plan Desarme, con el cual buscan llevar mensajes de paz a las comunidades más vulnerables, la idea es robarle jóvenes a la violencia a través de cultura y educación. 

Las aprendices  son un caso exitoso de cómo la formación logra transformar la realidad, por  eso mostrarán su talento; ellas pertenecen a comunidades vulnerables, barrios en donde la violencia es el pan de cada día y donde los jóvenes sucumben ante ella porque piensan que es la única alternativa.

Entre ellas hay de todo un poco: solteras, en unión libre, casadas, en embarazo, separadas, madres cabeza de familia, víctimas de la violencia… Tienen en común que quisieron romper el círculo vicioso. 

Hoy hacen parte del programa Jóvenes a lo Bien, una alianza estratégica entre agencias internacionales, el SENA, autoridades locales y la Policía, que brinda a personas en situación de vulnerabilidad, formación profesional e integral que les permita mejorar sus condiciones de vida.

“Desde niña, mi vida estuvo llena de problemas, en mi casa siempre discutía con mi mamá, a los 17 años fui víctima de violación y quedé en embarazo, intenté varias veces quitarme la vida. Hasta que encontré lo que creí era mi solución,  andar con malas compañías al fin y al cabo, ellos me defendían”, cuenta con estupor María*, una joven madre cabeza de familia que hoy hace parte del programa Jóvenes a lo Bien.

Ahora, de la mano del Complejo Tecnológico, Agroindustrial, Pecuario y Turístico del SENA, está  cumpliendo el sueño de ser una gran estilista, pronto tendrá un título académico que le servirá  para el beneficio de su hijo y su familia. 

“Siempre tengo presente que con Dios todo se puede. Ya  no pienso más  en andar por ahí en la calle sin hacer nada buscando problemas; sino que ahora sé que debo salir adelante”, concluyó María.

Turbo hace parte de un territorio que históricamente ha sufrido el flagelo de la violencia y el conflicto armado, la Policía ha identificado seis grupos con alto estado de vulnerabilidad en barrios como Manuela Beltrán, El Bosque, Julio Orozco y El Obrero. Llegar a esto lugares y cambiar la historia es el compromiso de iniciativas como Jóvenes a lo Bien. 

“Yo creía que la  única opción para vivir  era conseguir un hombre con plata,  porque en este  pueblo no se encontraban oportunidades.  Pero esos hombres lo obligan a uno a hacer cosas sin importarles cómo nos sentimos. Por eso,  yo quiero ser una profesional  y demostrar que puedo sola”, dice con firmeza y alegría Ruth*, una aprendiz de 23 años.

Para el desfile, las 23 aprendices tienen preparada una pasarela en la que se mostrará la mujer cotidiana, la que trabaja, la novia, la sexy, la ama de casa, la ejecutiva… 23 facetas distintas, cada una de ellas identificada con un valor plasmado en el brazo derecho, como símbolo de cambio y compromiso de paz.

“Hemos caracterizado 200 jóvenes, de los cuales hasta el momento 90 de ellos se han beneficiado, estas   23  son las jóvenes de la técnica en Peluquería que se adelanta en alianza con el SENA, todo un ejemplo”, asegura la patrullera comunitaria Luz del Carmen Mosquera, líder del programa Jóvenes a lo Bien en Turbo.

Por fin llegó hora esperada, rulos, trenzas, bucles y vestuarios listos. Comienza el desfile y por un instante ellas fueron las reinas del lugar, su belleza cotidiana, adornada por ellas mismas, las convirtieron en el centro de atracción. El evento de la Policía continúa, hay muestras artísticas de todo tipo, la gente se divierte con las muestras culturales.

La jornada termina, quizás todo vuelva a la normalidad, quizás algunos hayan reflexionado y hoy piensen en paz, o tal vez no, pero lo que sí es seguro es que estas 23 mujeres hoy tienen una oportunidad para salir adelante y demostrar que a través de la educación sí se puede cambiar la historia.