​Así se refirió el creador de un dispositivo que mejora la calidad de vida de las pacientes con agenesia vaginal, caracterizada por la ausencia de vagina.

Esta necesidad médica llevó a la investigación por parte de August Franz Joseph Karl Mayer en 1829; a él le siguieron Carl Freiherr von Rokitansky (en 1838), Hermann Küster (en 1810), y Georges André Hauser (en 1861), quienes revelaron que existen mujeres que nacen sin vagina.

¿Qué es la Agenesia Vaginal o Síndrome de Mayer-Rokitansky-Küster-Hauser – MRKHS?

Según Álvaro Ochoa, ginecólogo y especialista en reconstrucción vaginal, uroginecología  y reconstrucción de piso pélvico –entre otras especialidades-, la agenesia vaginal es la ausencia de la vagina en la mujer, es decir,  se trata de una enfermedad congénita, que afecta a una de cada cinco mil mujeres en el mundo, de acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Daniel Martín Neira, odontólogo y creativo, ha sido el desarrollador de un conformador utilizado para la construcción o reconstrucción de las paredes vaginales de las mujeres que sufren esta enfermedad, y fue en Tecnoparque en donde –con  ayuda del gestor Diego Alejandro Neira-,  desarrollaron este dispositivo de medidas y calidades perfectas.

​​​​​La agenesia vaginal –ausencia de la vagina en la mujer-, es una enfermedad congénita, que afecta a una de cada cinco mil mujeres en el mundo.

Daniel Martín Neira, egresado del Colegio Odontológico Colombiano y especialista en Odontopediatría y Ortodoncia, se dio cuenta que desde su experiencia como odontólogo –profesión que ejerce desde hace 30 años– podía aportar soluciones a esta enfermedad.

 ¿Qué es un conformador?

Un conformador es un dispositivo cilíndrico elaborado en plástico recubierto por piel de la misma paciente y que al ser introducido en cavidad neo vaginal  ayuda a dar forma y sostenimiento a las paredes, es decir que no permite que se cierre el túnel que ha sido abierto en la cirugía.

 ¿Por qué un odontólogo se interesó en esta  patología?

Los odontólogos trabajamos con prótesis dentales, rehabilitación oral, implantes en partes muy pequeñas en la boca, sabemos la importancia de la estética; cuando mis colegas ginecólogos Jaime Santiago Machicado Herrera y Álvaro Ochoa me comentaron sobre su necesidad de crear un conformador,  me di a la tarea de realizar este producto, después de ilustrarme sobre esta patología, inicié mis diseños.

 ¿Desde cuándo comenzó a trabajar con dispositivos o conformadores para esta enfermedad?

Desde 1998 comencé a planear y diseñar manualmente los conformadores en mi consultorio. El proceso era muy dispendioso, elaboraba los moldes únicos para cada paciente y luego con mucho cuidado se pulían, lo cual me llevaba hasta 15 días de trabajo. Y es que desde los años 90, en Norte de Santander, según cuentan los especialistas,  sólo se han operado alrededor de 12 mujeres con esta anomalía.

 ¿Cómo intervino Tecnoparque en este proceso?

Un día de charla con mi hijo, Diego Alejandro Neira Moreno, gestor Tecnoparque, nos dimos cuenta que teníamos la tecnología en nuestras manos y que se podían mejorar los modelos que se venían utilizando, y gracias a los avances tecnológicos en un abrir y cerrar de ojos tenía en mis manos este aparato que antes me costaba diseñar y construir en tres semanas. Sin duda mejorará la calidad de vida de las pacientes.

 ¿Cuál fue el trabajo técnico de Tecnoparque?

En Tecnoparque Nodo Ocaña se diseñó y desarrolló el primer prototipo con las medidas exactas que una paciente requirió para su cirugía; para este proyecto en particular, fue necesario tener conocimiento práctico sobre el uso de tecnologías de modelado por computadora y fabricación de componentes plásticos por impresión 3D que se tienen disponibles en Tecnoparque.

​​​Desde 1998 comencé a planear y diseñar manualmente los conformadores en mi consultorio. El proceso era muy dispendioso.

La máquina imprime piezas en plástico ABS depositando capas de esta material de forma sucesiva sobre una bandeja, hasta fabricar el sólido completo, modelado previamente en computadora, usando un software de modelado conocido como Solidworks.

El material que requiere la impresora 3D para fabricar las prótesis, es el plástico ABS (Acrilonitrilo Butaniedo Estireno), un polímero termoplástico, lo que significa que se ablanda fácilmente con el calor; es esta cualidad la que hace apto este material para su uso en el proceso de impresión en 3D. Mientras el material no se someta a altas temperaturas, este permanece rígido lo suficiente para ciertas aplicaciones. Si se quiere, el plástico puede someterse a otros procesos de fabricación y ornamentación, como lijado y pintura.

Para  Diego Neira este tipo de proyectos, representan una utilidad y bienestar para la salud humana, es un avance y un acierto que determina cuál debe ser el quehacer de un centro tecnológico como el Tecnoparque Nodo Ocaña.

En julio de este año, Álvaro Ochoa, ginecólogo y especialista en reconstrucción vaginal utilizó por primera vez el conformador en una paciente de 22 años que decidió realizarse la cirugía de neovagina arrojando excelentes resultados.​