Alex Padilla Santiago, aprendiz del programa Tecnólogo en Mantenimiento Electrónico e Instrumental Industrial, tuvo una niñez cercana al campo; su familia tenía pequeños cultivos de yuca y maíz, así como ganado en una finca en el municipio de Manatí (Atlántico) que vivía afectada, constantemente, por los cambios climáticos. Hoy, a sus 32 años, hace parte del grupo de investigadores y desarrolladores de un prototipo que permitirá mitigar el impacto de la sequía en las zonas rurales.

Se trata de la Red Tecnológica Ambiental (Retecam) que consta de varios dispositivos tecnológicos de captación, acumulación y distribución del agua.

"Para nosotros, que estamos en un proceso de aprendizaje, es una alegría inmensa saber que no solo estamos adquiriendo conocimientos, también generando alternativas y soluciones que pueden mejorar las condiciones de vida de miles de personas", aseguró Padilla Santiago, aprendiz del Centro Nacional Colombo Alemán de la regional del SENA en el Atlántico.

Esta innovación se compone de una captadora que permite el choque térmico pues realiza un proceso de condensación de la humedad ambiental y de esa manera capta agua, que luego es almacenada.

"Este aparato es desarrollado con el apoyo de aprendices del programa de Refrigeración, que emplea para su funcionamiento energía solar. Durante las pruebas ya ha recolectado más de 5.5 litros del líquido por hora pero dependiendo de las condiciones ambientales del lugar se puede ampliar hasta 40 litros", dijo Roberto Carlos Pardo, instructor del área.

Otro de los mecanismos con los que cuenta es un sistema automatizado que permite la  distribución del agua ya captada, de manera calculada y por goteo a los cultivos, según las necesidades del mismo y las condiciones del entorno –como humedad relativa, suelo y temperatura– las cuales son determinadas por unos sensores con red inalámbrica, distribuidos a lo largo y ancho de la plantación, lo que permitirá una irrigación eficiente y sin desperdicio del líquido preciado.

"Contamos con redes de datos y softwares que automatizan desde la recolección del agua hasta la frecuencia y cantidad del riego. Además nos permite la generación de un sistema de información integrado que, a través de los datos recolectados en campo, nos permitirá realizar análisis para, por ejemplo, la identificación de cuáles tipos de cultivos son susceptibles de reproducción controlada", indicó Fernando Cáceres Marzola, instructor de gestión de redes de datos.​​

Este proyecto fue diseñado, construido y desarrollado por cinco instructores con la intervención de 24 aprendices del semillero de investigación del Centro Nacional Colombo Alemán de Atlántico, pertenecientes a programas como Sistemas, Diseño Industrial, Automatización, Refrigeración,  Electrónica, Electromecánica y Redes de Datos, entre otros.

El SENA, a través del Sistema de Investigación, Desarrollo Tecnológico e Innovación (SENNOVA), financió el proyecto con 64 millones de pesos para su desarrollo. Este monto fue invertido para la compra de componentes electrónicos, de refrigeración, tanques, tuberías,  equipos de medición en campo, sensores, entre otros insumos para el sistema de captación, recolección y riego.

"Este proyecto fue concebido con el propósito de fortalecer los estándares de calidad y pertinencia, en las áreas de investigación e innovación, de la formación profesional impartida en la Entidad", manifestó Jacqueline Rojas Solano, directora de la regional del SENA en el Atlántico.

Solo a través de este proyecto, que cuenta con desarrollos tecnológicos en pro del medio ambiente, se disminuiría la demanda de los recursos hídricos disponibles de fuentes subterráneas y superficiales, destinadas a riego de cultivos. Así mismo, esta iniciativa permitirá la ampliación de las zonas para el desarrollo de actividades agrícolas debido a la disponibilidad del líquido.

Además, permitirá el aumento de las despensas agrícolas de las comunidades de la zona de influencia del proyecto, así como el acortamiento de los tiempos de resiliencia en el suelo para actividades agropecuarias mediante el uso de datos obtenidos en campo, y la reducción de costos de producción agrícola con el uso de energías limpias y renovables.

"Sentimos una gran satisfacción porque el SENA nos brindó las herramientas necesarias para que formemos a talento humano calificado para resolver problemas ambientales, económicos y sociales. También porque nos apoya para que estemos a la vanguardia de las nuevas tecnologías y además, para que las creemos", aseveró Juan Carlos Barranco, instructor de Análisis y Desarrollo de Sistemas de Información, uno de los encargados de crear el software que permite la automatización del sistema de riego. 

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