Un centenar de familias boyacenses de estratos 1 y 2, damnificadas de la segunda ola invernal de hace cuatro años, recibieron viviendas rurales en 14 veredas de este municipio ubicado 34 kilómetros al sur de Tunja. Para la ejecución de este proyecto el SENA aportó más de 3 mil millones de pesos.
La inversión se reflejó en la mano de obra y material para la construcción, además de los estudios técnicos y diseños que incluyeron estudio de suelos, topografía, estructurales, hidrosanitarios, presupuestos y cronogramas.
Adicionalmente la entidad más querida por los colombianos capacitó a la comunidad en Fundamentación en la Gestión del Riesgo de Desastres, Interpretación de Planos y Replanteo en Construcción Liviana en Seco, Mampostería Estructural y Salud Ocupacional.
El hecho es ejemplo de formación por proyectos y competencias laborales, con el que se satisfacen las necesidades puntuales de las comunidades.
“Este es uno de los mejores ejemplos de formación por proyectos y competencias laborales y con el que satisfacemos las necesidades puntuales de las comunidades”, dio a conocer Néstor Alfredo Barrera Mora, director del SENA en Boyacá.
La entrega es el resultado de un convenio entre la entidad y La Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, con el que se generará un impacto positivo en la región, a través del cual se garantiza el mejoramiento de la calidad de vida de la población más necesitada y vulnerable.
“El proyecto de construcción de vivienda rural fue excelente para el municipio, gracias a que el SENA le dio la oportunidad a la comunidad de capacitarse y al mismo tiempo construir su vivienda”, afirmó Dora Lina Martínez Bernal, secretaria del Departamento de Planeación de Nuevo Colón.
Por su parte, Luis Alfonso Igua, de 51 años de edad, viudo y uno de los beneficiados con formación y entrega de vivienda nueva rural en la vereda Carbonera, expresó que “me dieron la oportunidad de capacitarme y certificarme en competencias básicas de construcción sin importar la edad; estas enseñanzas se las voy a trasmitir a mis hijos”.
En la ejecución de este proyecto, el SENA visitó y verificó la estabilidad de los terrenos para la construcción de las casas y así garantizar que estas cumplan con normas sismo resistentes, para instalaciones eléctricas, agua potable y saneamiento básico.