Lo que para Yolima Vásquez fue el dolor más profundo, hoy en día también es el punto de partida para crear su propia empresa. En el año 2009, murió su hija Gabriela y, ante tanta congoja, la mamá encontró refugió en la creatividad culinaria.
“Creo que ‘Gaby’ fue la inspiración. Todo esto no es mío, es producto de Dios que mostró su grandeza. En estas galletas veo reflejada lo que era en esencia mi niña, y por eso llevan su nombre”, dijo la mujer que fue beneficiaria de Fondo Emprender en su más reciente convocatoria.
Para Yolima, las galletas que prepara y comercializa son tan dulces como lo era Gabriela: “iluminan con su presencia y le sacan una sonrisa a más de uno”. De ahí que la madre ve a su naciente empresa como un hijo propio, lo que a la vez la motiva para trabajar con mayor ímpetu.
“Participé en una convocatoria de Fondo Emprender, en la que concursaron miles de proyectos. Yo no veía que las galletas pudieran ganar”.
“En principio Yolima lo miraba como un pasatiempo, pero poco a poco se fue dando cuenta que podía dar resultado comercialmente”, apuntó Olga Leticia Vásquez, hermana de la emprendedora.
DEL DOLOR AL EMPRENDIMIENTO
Hace seis años, Gabriela Romero murió producto de un meduloblastoma, un tumor en el cerebro que es recurrente en la infancia. Ella tenía 10 años y sufrió durante varios meses, por lo que Yolima debió renunciar a su trabajo en una entidad financiera para dedicarle tiempo completo a su hija.
“Hicimos todo lo humanamente posible. La operó un especialista, pero todo lo que ocurre es designio de Dios”, comentó la fuerte madre.
Cuando ya habían pasado tres años de la muerte de la pequeña, Yolima ‘le siguió la corriente’ a su hija Gloria para jugar a preparar galletas. Sin proponérselo, ambas fueron perfeccionando una receta que solo era deleitada por parientes y amigos.
“Es una galleta muy sabrosa, muy casera. No tiene persevantes y es hecha con productos netamente colombianos”, señaló Consuelo Vásquez, otra hermana de la emprendedora.
Por sugerencia de un conocido, Yolima empezó a vender las galletas y el resultado fue “impresionante”: las Gaby Galletas se regaron por Valledupar. La pequeña empresa familiar fue tomando forma y mucho más cuando la madre se enteró que el SENA apoya el emprendimiento.
“Participé en una convocatoria de Fondo Emprender, en la que concursaron miles de proyectos. Yo no veía que las galletas pudieran ganar, incluso me preguntaba: ‘¿Cómo esto puede ganarle a otras propuestas más grandes?’. Pero fui una de las seis seleccionadas en Cesar”, contó Yolima.
A inicios de diciembre, Fondo Emprender asignó 80 millones de pesos en capital semilla para que Gaby Galletas logre convertirse en una empresa fuerte y sostenible. El dinero servirá para comprar insumos, equipos, y crear una sede comercial.
“Es un proyecto muy bueno, Yolima es una mujer entregada a su trabajo”, comentó Tatiana Luna, líder de Fondo Emprender en el Cesar, en donde se generarán más de 30 empleos gracias a las ideas de negocio que recibieron recursos de parte del SENA.
Esta madre, ama de casa y emprendedora cree que las galletas son producto de Dios y que ella solo les puso amor, el mismo que le entregó a su hija Gaby cuando la tuvo en tan corto tiempo.