Aunque la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) afirma en su último informe, presentando en junio de este año, que durante 2013 y 2014 Nariño fue el segundo departamento más afectado con el cultivo de coca, hay quienes no decidieron seguir este camino y ahora producen y transforman la yuca.
Se trata de 80 agricultores de la vereda La Toldada –al norte de Nariño–, quienes con el apoyo de Fondo Emprender del SENA y la formación en Agroindustria de la Yuca, Buenas Prácticas Agrícolas y Producción Limpi,a en el Centro Internacional de Producción Limpia, le dieron vida a Proayucor, una empresa que se dedica a la fabricación del almidón a base de este tubérculo.
El SENA ha incluido en los últimos cinco años a 170 familias que han dejado los cultivos ilícitos para remplazarlos por producción de cacao, aguacate, café y mantenimiento de motocicletas.
Fondo Emprender los apoyó con la financiación de 105 millones de pesos para la adquisición de cuatro máquinas para la transformación de la yuca (lavadora, rayadora, clasificadora y lavador de afrecho), que por ahora permite la generación de seis empleos directos.
Jesús Norberto Romo Montenegro, gerente de Proayucor manifiesta que “una de las principales necesidades que tenían los agricultores que dejaron la producción de coca era que su producto no lo podían sacar de la vereda ya que a nadie le interesaba comercializarlo”.
Por su parte, Uber Arévalo, uno de los beneficiarios, afirma que “poco a poco hemos ingresado en el cultivo de la yuca, aunque también sembramos maíz. El tubérculo nos da mayores ganancias, ya que la tonelada la vendemos a 220 mil pesos”.
El almidón de yuca es un producto con alta demanda en el país; es utilizado como agente estabilizador en sopas, cremas, helados, alimentos congelados, revestimientos, pan de bono, buñuelos y pan de yuca. En Colombia existen 200 empresas dedicadas a su producción.
Para la directora regional del SENA, Sara Ángela Arturo González, “a través de un proceso articulado, primero con procesos de formación y luego con la generación de unidades productivas, para que finalmente se conviertan en empresas, trabajamos para que los campesinos de esta zona del país tengan ingresos”.
El SENA ha incluido en los últimos cinco años a 170 familias que han dejado los cultivos ilícitos para remplazarlos por producción de cacao, aguacate, café y mantenimiento de motocicletas.