En sus juegos de infancia, Lidia Melo recreó con sus amigos la creación de su empresa. Con el transcurrir de su vida nunca abandonó sus sueños, hasta que la violencia llegó a las puertas de su hogar forzándola a salir de su tierra natal, Samaniego en Nariño; así llegó a vivir con sus hijos a Pasto. Sin embargo, ese juego de niños que con el tiempo germinó en su mente como una semilla, dio sus frutos: hoy es la propietaria y representante legal de la Precooperativa Limesport.
Ubicada en la capital nariñense, Lidia se integró a una asociación de población en situación de desplazamiento y escuchó en radio la convocatoria especial de formación para la población víctima de la violencia. Decidió capacitarse con el SENA en cursos de Confección, Lencería, Muñequería, Mercadeo y Patronaje de Pantalón Básico; luego conoció la convocatoria del Proyecto de Microfranquicias Solidarias de Occidente y decidió presentar su propuesta.
“Desde niña siempre me ilusioné con tener mi empresa. Gracias a Dios el SENA no tiene en cuenta límites de edad, sino la capacidad de hacer bien las cosas. Mi anhelo es dar trabajo a las personas que han sufrido por la violencia y que no les dan trabajo por su edad”, expresó Lidia, alo que agregó: “Ahora yo tengo mi empresa para trabajar, poderle dar trabajo a mi familia y poder darle trabajo a los demás”.
Como ella, 169 personas más cuentan actualmente con un proyecto productivo a través de las Microfranquicias Solidarias de Occidente, una iniciativa científica pionera en el país creada por el SENA en alianza con el Departamento Administrativo de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación (Colciencias), la Asociación Colombiana de Pequeñas y Medianas Empresas, la Universidad Mariana, la Corporación Incubadora de Empresas de Nariño y la Alcaldía de Pasto.
La iniciativa ha beneficiado a 169 personas y sus familias, de las cuales 136 están registradas como víctimas de violencia y 53 en pobreza extrema.
El proyecto pretende promover las microfranquicias solidarias a través del fomento al desarrollo empresarial enmarcado en el Plan Nacional de Desarrollo.
La estrategia además tiene en cuenta la política de desarrollo empresarial para el sector de la economía solidaria, que considera a este sector como un modelo alternativo empresarial eficiente y rentable, con capacidad para generar crecimiento económico y bienestar social.
“Buscamos solucionar problemas económicos de la población más necesitada. Investigamos las necesidades de las comunidades y les damos una solución desde el punto de vista científico, para luego mejorar los resultados avanzando en la réplica del modelo a nivel nacional”, señaló Arturo Obando Ibarra, director del Proyecto Microfranquicias Solidarias de Occidente.
Las microfranquicias solidarias son pequeños negocios que se crean de manera asociativa con población en condición de vulnerabilidad y extrema pobreza, que son validados por comerciantes que cuentan con un mercado y un número importante de clientes.
“El proyecto gestado por el SENA fue aprobado con recursos de Colciencias. Los nueve negocios que funcionan en Nariño consisten en unidades productivas de grupos asociativos que estuvieron vinculados al programa de Jóvenes Rurales Emprendedores. Algunos de ellos estaban organizados como asociaciones y se los ha venido fortaleciendo a través de un nuevo modelo de microfranquicia”, expresó Diana Fuertes, gestora de emprendimiento de la entidad en que más confían los colombianos.
La iniciativa de investigación es pionera en Colombia y está dirigida a habitantes de Cauca, Chocó Valle del Cauca y Nariño.
“El proyecto surge de la importancia de trabajar con proyectos de innovación social para beneficiar a las personas más necesitadas. Estamos satisfechos de sus resultados y seguiremos con el compromiso de acompañar a los microfranquiciados en su propósito de crear empresa”, explicó Sara Ángela Arturo, directora del SENA en Nariño.
Las precooperativas están conformadas entre cinco y 17 personas que han recibido capital semilla que sobrepasa los 20 millones de pesos, recursos que han sido invertidos en capital de trabajo, adecuación de locales comerciales, pago de arriendo, adquisición de maquinaria y herramientas de trabajo.