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  • Bienestar

    Aprendices de Tecnoacademia le ‘sacan el jugo’ a la cáscara de cholupa

    Neiva (Huila)
    miércoles, 16 de septiembre de 2015
    Quince adolescentes guiados por facilitadores de la Tecnoacademia de Neiva transforman un subproducto de las pasifloras en un químico utilizado para la elaboración de mermeladas y jugos.
    Aprendices de Tecnoacademia
    ​Durante sus tres años de existencia, la Tecnoacademia de Neiva ha dado vida a medio centenar de grupos de investigación y ha atendido, en promedio, a 2.100 aprendices por año, provenientes de 29 instituciones educativas de la capital huilense.​
    ​Juan Sebastián Silva es ahora un convencido de que hay desechos a los que se les puede ‘sacar el jugo’. Él y 14 aprendices más de la Tecnoacademia de Neiva diseñaron un método para obtener la pectina alojada en la cáscara de la cholupa y la granadilla y, de esta forma, aprovechar la producción del químico que se utiliza como espesante en las industrias alimentaria, farmacéutica y cosmética.

    El proyecto, además de convertirse en una alternativa para disminuir las importaciones de este producto (calculadas en 2 mil toneladas por año), se constituye en una opción para los productores huilenses, a quienes les da la oportunidad de ‘desaparecer’ los desechos sin contaminar. 

    “Estamos fomentando la investigación, la innovación tecnológica y el liderazgo juvenil, porque queremos desarrollar en estos jóvenes las competencias necesarias para aportar al desarrollo de la región, lo cual se traduce en mayores índices de competitividad y productividad”, enfatizó el director Regional del SENA en el Huila, Luis Alberto Tamayo. 

    Estos chicos, estudiantes de la Institución Educativa Enrique Olaya Herrera y aprendices de la Tecnoacademia de Neiva, forman parte de la línea de investigación en Biotecnología. Su trabajo consiste en diseñar un modelo de extracción, caracterización y aplicación de la pectina a partir de las pasifloras.

    ​​La iniciativa se encuentra en la etapa de laboratorio, donde se decidirán la mejor fórmula y la cantidad adecuada del producto, que será llevado a escala piloto.​

    La pectina es un compuesto químico encargado de darles cuerpo, volumen y consistencia a todas las bebidas, por lo cual facilita la producción de gelatinas y mermeladas.

    “Rescato la pertinencia de las investigaciones de la Tecnoacademia. Los proyectos son concordantes con el carácter productivo del Huila y basados en el uso de material de desecho. Estos muchachos han demostrado que son capaces de manejar el tema con apropiación, suficiencia y valor”, dijo Martha Cecilia Vinasco, líder Zonal de Investigación de la Corporación Universitaria del Huila​ (Corhuila). 

    En este sentido, Fermín Beltrán, subdirector del Centro de la Industria, la Empresa y los Servicios, destaca la experiencia enriquecedora de estos jóvenes de grados 9° y 10°, articulados con el SENA, donde conciben y materializan propuestas innovadoras. 

    “Proyectos retadores como el de la extracción de pectina de las pasifloras, expuestos en diferentes escenarios ante jurados universitarios y otros ponentes, generan un alto nivel de compromiso y retroalimentación para la mejora permanente y el desarrollo de la investigación, en beneficio de la región y del resto del país”, indicó el funcionario.


    FORMACIÓN PARA LA INNOVACIÓN

    La iniciativa, la número 50 de las que se han realizado en el seno de la Tecnoacademia de Neiva, se encuentra en la etapa de laboratorio, donde se decidirán la mejor fórmula y la cantidad adecuada del producto, que será llevado a escala piloto y, por qué no, a la consolidación empresarial.

    Esta idea, que empezó en clase de Metodología de la Investigación y Metodología Científica, busca resolver una problemática relacionada con el entorno en el que los aprendices se encuentran. En ese ambiente, ellos se dieron cuenta de que uno de los sectores más importantes de la región, el agroindustrial, genera altos niveles de contaminación.

    “Con las bases de investigación que adquirimos en la Tecnoacademia y el refuerzo de las asignaturas que vemos en el colegio, empezamos a hacer un proceso de búsqueda a ver qué pasa con esas cáscaras de cholupa y granadilla que la gente no consume. Descubrimos que en los hogares y los restaurantes son arrojadas a la basura, la empresa de aseo se las lleva al relleno sanitario y éste se desborda, generando problemas ambientales”, relata Luis Felipe Polanía, otro de los integrantes del grupo de investigación.​

    ​​La pectina es un compuesto químico encargado de darles cuerpo, volumen y consistencia a todas las bebidas, por lo cual facilita la producción de gelatinas y mermeladas.​

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    Él, uno de los 6.647 aprendices que se han formado en la Tecnoacademia de Neiva desde su creación, en 2012, encontró que se podía hacer compost o abono orgánico y alimento para animales; pero, los jóvenes investigadores no se detuvieron ahí; siguieron indagando, porque querían hallar una actividad generadora de mayor rendimiento económico.

    Así, los nacientes investigadores descubrieron un proceso que, además de desarrollarse en las empresas alimenticias, es necesario en la industria farmacéutica, donde es fundamental para el recubrimiento de los medicamentos.

    Tras el hallazgo los aprendices, que a partir de ese momento incluyeron la pectina en su vocabulario habitual, pasaron de los libros al laboratorio y  de allí, a entablar alianzas con los campesinos.

    “Nuestros jóvenes adquieren  destrezas investigativas  por medio de la aplicación de tecnologías emergentes, como Nanotecnología, Biotecnología, Ingeniería TIC e Ingeniería y Diseño, además de Ciencias Básicas, bajo la  didáctica de aprendizaje por proyectos. Es así como generamos  innovación, para consolidar semilleros de investigación aplicada a temprana edad”, expone María Gissela Duque, líder de la Tecnoacademia de Neiva.

    Ahora, el sueño de estos chicos es traspasar las fronteras de la investigación, ofrecer a los productores una alternativa ambientalmente sostenible y económicamente sustentable y demostrar que la Tecnoacademia es un escenario donde se conjugan el conocimiento, la creatividad y la curiosidad convertida en el camino perfecto para llegar a la innovación. ​


    KJR/agf
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